La costera de bonito arranca con el reto de estabilizar precios y alargarse pese al alza del gasóleo

La flota se situó a la altura de Gijón en donde localizó los primeros bancos de la especie. Los altos precios por la poca oferta disuadieron al consumidor a afrontar la compra de la especie y optaron por esperar a que una mayor oferta produzca un descenso de precios.

En una pescadería de Eibar el bonito se vendía a 25 a 30 euros-kilo, un precio que el consumidor no estaba dispuesto a pagar. «Para las fiestas de San Juan habrá más descargas y el precio se normalizará», señalaba Enrique Legarda, presidente de la Asociación de Detallistas de Gipuzkoa, quien mantenía que «es prematuro todavía y será para el jueves o viernes de la próxima semana cuando se prevé una regularización paulatina de las descargas, con lo cual los precios se estabilizarán en promedios mucho más bajos».

La campaña de esta temporada parte con el condicionante de los altos precios del gasóleo con lo que se promete también una costera corta para tratar de hacerse con la especie. Por ello, si la campaña llega a mantenerse hasta finales de agosto será considerada como una victoria. Algunos barcos pequeños, incluso, habían retrasado la salida para tratar de contraer los menos gastos posibles.

Hasta ahora, la flota había realizado descargas de esta especie en Burela con 9.200 kilos subastados y 10.000 en A Coruña, más otros 30.000 kilos que fueron adquiridos de forma directa por Mercadona. Tres pesqueros gallegos y dos vascos descargaron el 13 de junio cerca de 50.000 kilos de este pescado azul de temporada. Sin tasas ni impuestos, los cerca de 20.000 que salieron a subasta se cotizaron a más de 8 euros de media por kilo, con máximos de 15,20 euros.