Confebask critica la ley antideslocalizaciones y asegura que frena la inversión en Euskadi
La patronal, que prevé un 2024 con menor creación de empleo, lamenta que «en vez de atraer proyectos, vamos en sentido contrario»
La patronal vasca cargó ayer sin ambages contra la nueva ley vasca que, dentro de la regulación de las subvenciones, impone la obligación de ... devolver las ayudas públicas recibidas a las empresas que deslocalicen sus actividades de Euskadi. Una norma, sentenció ayer la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, que lejos atraer inversión al País Vasco la aleja. «Mientras todo el mundo está en una carrera por atraer nuevos proyectos, esta ley parece que va en sentido contrario», afirmó la responsable de la organización empresarial en la tradicional presentación de las perspectivas económicas para el próximo año y en la que Yagüe también lamentó el estudio encargado por el Gobierno Vasco para analizar la posibilidad de implantar en Euskadi una semana laboral de cuatro días; algo que calificó de «inasumible» para nuestras empresas.
Como ya sucediera durante la tramitación parlamentaria de la norma que castiga las deslocalizaciones (se han de devolver con intereses las ayudas de los últimos ocho años), Confebask volvió ayer a dejar clara su postura sobre un desarrollo normativo al que los empresarios atribuyen un tono populista y alejado de las necesidades reales de Euskadi. Cabe recordar que la norma fue finalmente aprobada con los votos de PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, pero el apartado dedicado a la deslocalización parte de una iniciativa de la coalición soberanista.
Así, Tamara Yagüe recordó que los decretos de concesión de subvenciones ya determinan con claridad las obligaciones de sus beneficiarios. «Somos partidarios de incentivar la atracción de proyectos, pero en Euskadi hay mucha preocupación por las empresas que se van y muy poca por las que puedan venir», afirmó.
En este sentido, la presidenta de Confebask subrayó que las organizaciones que representa son partidarias de favorecer la inversión y los pedidos, «y no precisamente de asustar ni desanimar» a los eventuales inversores. Además, dio a entender que las salidas de empresas son marginales, pues se preguntó cuántas cumplían los requisitos que marca la propia norma para considerarse huidas de Euskadi y si su número merece convertir esa materia en legislable. En la misma línea, el director general de la organización, Eduardo Aréchaga, aseguró que «es probable que quienes estén pensando en invertir (en Euskadi) lo hagan en otros lugares porque con esto se añaden problemas a una hipotética salida». «No se nos marcha ninguna gallina, pero tampoco vamos a ser atractivos para que venga ninguna más», concluyó.
Diálogo Social
Junto a esto, los responsables de Confebask repasaron otros temas de actualidad, como la prevalencia de los convenios laborales vascos sobre los de origen estatal, aprobada recientemente por el consejo de ministros y que deriva del pacto firmado entre el PNV y el PSOE el pasado 10 de noviembre en el marco de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez.
Las claves
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Empleo Se crearán 13.000 puestos de trabajo en Euskadi en 2024, superando de nuevo el millón de afiliados.
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Crecimiento La incertidumbre lleva a Confebask a plantear una horquilla de PIB en 2024 de entre el 1,1% y el 2,1%
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Estabilidad La patronal pide a las administraciones un clima de seguridad jurídica y predictibilidad normativa
En este capítulo, Tamara Yagüe explicó que la patronal está de acuerdo en el fondo del asunto, no así «en las formas». «Creemos que la forma utilizada no es la correcta porque esto es materia de la Mesa de Diálogo Social, y así hay que defenderlo», aseveró la responsable de la patronal vasca.
En el mismo acto, Tamara Yagüe se refirió a la iniciativa promovida por la vicelehendakari Idoia Mendia para analizar la eventual implantación en Euskadi de la semana laboral (sin recorte salarial) de cuatro días, proyecto que a su juicio es «inasumible» para las empresas vascas. Un asunto, además, dijo, «que no es ni muy urgente, ni prioritario, ni preocupante». De la misma manera, explicó que el proyecto (encargado a Fabrika y en el que colaborarán otros actores como el Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra) debe hacerse «fuera del diálogo social». Preguntada por ello, reconoció que la participación de la fundación guipuzcoana promovida por Adegi ha generado un malestar en la patronal cuya presidenta atribuyó, en su mayor parte, a un problema de «comunicación» sobre el contenido del acuerdo y su alcance.
La industria desacelera
A la hora de repasar el estado de la economía vasca y las perspectivas para el próximo año, la patronal puso sobre la mesa la «desaceleración» que vive la industria vasca, «que roza el crecimiento cero», fruto del cúmulo de condicionantes que imperan en el escenario, como la inflación, los tipos de interés, que impactan en el consumo y la inversión», o «la debilidad de los principales clientes de la economía de Euskadi y del comercio mundial».
Para el año que ahora acaba, Confebask prevé un alza del PIB del 1,6% (muy inferior al de 2022) con una creación de 15.000 puestos de trabajo netos, 3.000 parados menos apuntados en Lanbide y una tasa de paro del 8%.
Con respecto al próximo ejercicio, también marcado por la incertidumbre y los condicionantes exógenos, y que tendrá dos partes muy diferencias, con un primer semestre más flojo, las encuestas que manejan Confebask y sus organizaciones territoriales plantean un escenario de crecimiento del PIB de entre un 1,1% y el 2,1% (este último guarismo es la apuesta del Gobierno Vasco) que tienen como escenario central un repunte del 1,6%.
«Lo que nos dicen las empresas es que si bien los niveles de inversión se mantienen en términos parecidos a los de este, las perspectivas de empleo se moderan, con menos empresas que prevean aumentar sus plantillas», explicó Yagüe. En todo caso, matizó, «creemos que terminaremos 2024 con unos 13.000 nuevos empleos, superando por segundo año consecutivo el millón de cotizantes y con una tasa de paro que rozará el 7%, la más baja de los últimos 15 años, lo que es una buena noticia».
Costes laborales
A renglón seguido, la presidenta de la patronal expuso que «lo que sí preocupa a las empresas son el crecimiento de los costes laborales, la dificultad para conseguir personal cualificado, que es la preocupación que más ha crecido, y la reducción de los márgenes empresariales, sin olvidar los crecientes costes financieros».
En este punto advirtió de que «será prioritaria» una «gestión eficiente capaz de generar recursos suficientes para invertirlos y seguir el ritmo de las grandes transiciones en curso». De hecho, puntualizó, «tendremos que buscar el punto de equilibrio para compaginar la necesidad de realizar inversiones que nos permitan seguir en el mercado y abordar las transiciones en marcha con una rentabilidad a la baja». Sobre los Next Generation insistió en que una gestión cercana, en Euskadi, de esos fondos será mucho mejor.
Tras poner en valor la figura del empresario al «bienestar colectivo», Confebask puso deberes a las administraciones, al recomendarles «promover un clima de seguridad jurídica y predictibilidad en la normativa que afecta a las empresas». Esto es, en lo fiscal (cuando estamos a las puertas de una reforma profunda en Euskadi), lo laboral y lo medioambiental. En su informe, la patronal aboga por «regenerar el clima político, muy polarizado y crispado».
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