Automoción de Euskadi y Gobierno Vasco aplauden el desbloqueo sobre la venta de vehículos diésel y gasolina a partir de 2035
Coinciden en que la medida aúna el reto de la descarbonización,con la neutralidad tecnológica y el apoyoa la industria vasca
El Gobierno Vasco, la automoción de Euskadi e industrias de la comunidad autónoma del sector energético como Petronor aplaudieron ayer el desbloqueo de la hoja ... de ruta para la transición hacia el coche eléctrico. La excepción que permite a partir de 2035 comercializar vehículos con motor de combustibles sintéticos es la clave. Para la consejería vasca de Desarrollo Económico que dirige Arantxa Tapia, la decisión que ha tomado Europa «es lógica. Estamos comprometidos con la descarbonización completa para el 2050. Eso significa que lo que se emite y lo que se absorbe esté en equilibrio. Para ello, es importante seguir avanzando en el proceso de electrificación pero además hay que tener en cuenta los elementos como los e-fuels, los combustibles sintéticos, que van a colaborar de forma importante en la descarbonización».
Desde Petronor, reiteraron ayer a este periódico que «compartimos esta nueva posición más inclusiva de la Unión Europea, ya que aúna el objetivo de la descarbonización con la apuesta tanto por la neutralidad tecnológica como por el fortalecimiento industrial de Europa en general y del sector vasco de automoción en particular». Para la compañía presidida por Emiliano López Atxurra, el acuerdo entre Alemania y la UE «respalda las decisiones de inversión en la fabricación de combustibles renovables, biocombustibles avanzados y sintéticos que garantizan las emisiones netas cero, en las que desde Petronor /Repsol llevamos tiempo trabajando».
Desde la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA), que también representa a la mayoría de gasolineras del territorio, señalaron que «es una buena noticia pues abre el camino al mantenimiento del motor de combustión que utilice estos nuevos combustibles». Para Javier Bagüés, presidente del Sector de Ventas de AEGA y director del Grupo Gorla, «introduce un primer factor de flexibilidad, que se echaba en falta, desde el punto de vista industrial y de mantenimiento del empleo así como para la elección, movilidad y libertad del consumidor».
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