Patronal y sindicatos acercan posturas para el convenio del Metal de Gipuzkoa

La primera reunión de la mesa del Metal de Gipuzkoa tuvo lugar el 18 de febrero y en ella se conformó la mesa negociadora. La segunda, prevista para el 17 de marzo, se desconvocó por la declaración del estado de alarma provocado por la pandemia. Así que la negociación propiamente dicha dio comienzo este martes, con la presentación de las plataformas por parte de los sindicatos. Quizá el largo periodo de desencuentro, que ha abocado al sector a permanecer sin convenio provincial desde 2011 -sí los ha habido de empresa- sirva de revulsivo para desatascar, esta vez sí, el problema.

Unai Martínez, responsable de Industria de ELA, explicó al término de la reunión que la central plantea la recuperación de los IPC desde 2012, e incrementos de dos puntos en 2020 y 2021. Además, la plataforma presta especial atención a cuestiones como la subrogación de las subcontratas, la ultractividad de los convenios y el blindaje ante las sucesivas reformas.

Martínez subrayó que la renovación del convenio es «acuciante» y exigió coherencia a Adegi. El responsable de ELA criticó a la asociación empresarial porque, según indicó, en la reunión consideró excesivas las reclamaciones de los sindicatos. «No compartimos esta valoración. Entendemos que muchas de las peticiones, como los incrementos salariales de los años pasados y los blindajes ante las reformas, ya han sido acordadas en gran parte de las empresas del metal de Gipuzkoa». Martínez añadió que Adegi «nos han trasladado que quieren negociar, pero veremos si traen propuestas a la próxima reunión, el 16 de junio».

Hasta aquí las críticas, pero acto seguido Martínez destacó como un hecho positivo que la asociación empresarial deje abierta la posibilidad de aceptar la cláusula que evita la no aplicación unilateral de las condiciones de trabajo y dotar, «por fin al convenio provincial de ultraactividad indefinida». También -destacó Martínez- Adegi «ha trasladado su predisposición de conceder prioridad al convenio de Gipuzkoa respecto de los estatales. Es un primer paso en el camino de dotar al territorio de un marco que aporte estabilidad». El hecho de que ELA vea una luz en el camino no es baladí. Esta central lleva la batuta en las negociaciones, dado que cuenta con la mayoría de la representación (48,76%), seguida de LAB (34,7%), CC OO (12,39%) y UGT (4,44%).

LAB, por su parte, también subrayó la «predisposición» de los sindicatos y de la patronal de negociar el convenio. Su plataforma pivota sobre la necesidad de lograr seguridad jurídica. Para ello, asegura que es imprescindible dotar al convenio de ultraactividad indefinida, una cláusula que garantice la aplicación del mismo y la prevalencia sobre convenios estatales. Respecto a los salarios, LAB exige «subidas que garanticen el poder adquisitivo perdido y con incrementos por encima del IPC en los próximos años». También propone una reducción de jornada de 16 horas.

CC OO hizo hincapié en la necesidad de estabilizar el sector y de dotarlo de una batería de contenidos ambiciosa que incluya la recuperación del poder adquisitivo, así como la eliminación en el convenio de los «artículos lesivos para la clase trabajadora», entre ellos los que permiten a las empresas «realizar descuelgues impunemente». CC OO recuerda que esta fue una de las razones por las que no suscribió el último convenio de Gipuzkoa.

Comisiones Obreras desea que las reuniones negociadoras «vayan dando sus frutos» ya que si esto no ocurre, «ya se le ha comunicado a la patronal que la movilización será una baza que tocará jugar».

UGT, en línea con las otras centrales, reclama una subida salarial del IPC más un 2% para 2019, 2020 y 2021, así como un incremento lineal de 500 euros para cada uno de los años de vigencia del convenio. En cuanto a la reducción de jornada, plantea 8 horas menos para 2020 y otras 8 en 2021.

Adegi, mediante una nota divulgada al finalizar la reunión, señaló que alcanzar un acuerdo en el convenio más relevante de Gipuzkoa «coadyuvará a la estabilidad del territorio y de las empresas, más necesaria que nunca en esta coyuntura difícil e incierta. La única condición que establecemos es la ausencia de conflicto para que se pueda dar una negociación constructiva».

La patronal muestra su predisposición para «alcanzar un buen acuerdo para las empresas y sus personas. La confianza es la base de la nueva cultura de empresa. Por ello hemos manifestado en la reunión con los sindicatos que estamos abiertos a hablar sobre cualquier cuestión que se plantee en la mesa de negociación», Por tanto, se ha dado el pistoletazo de salida para las negociaciones del principal convenio sectorial del territorio, que aglutina a unos 40.000 trabajadores y que sirve de referencia para otros acuerdos provinciales.