«Ahorramos entre dos mil y cinco mil euros al mes»
El colegio donostiarra Ekintza y la residencia Olarain han cubierto sus tejados de placas solares y predican la sostenibilidad como «valor educativo»
El colegio donostiarra Ekintza y la contigua residencia Olarain, en la zona donostiarra de Ondarreta, son un claro ejemplo de apuesta por la energía renovable fotovoltaica. A vista de pájaro se observa como sus tejados están ya colonizados de paneles solares que permiten al centro educativo ahorrar unos dos mil euros al mes, mientras que la residencia, con un mayor gasto energético, deja de pagar unos cinco mil gracias a este nuevo sistema.
Ekintza decidió poner en la práctica el concepto de la «sostenibilidad como valor educativo» para así predicar con el ejemplo, explica Ignacio Marín, presidente del patronato de Ekintza Fundazioa y también presidente del consejo de administración de Olarain. De la mano de Olarain llevaron a cabo una colaboración fructífera, con una inversión conjunta de 350.000 euros que esperan amortizar en cuatro años. «A pesar del mal tiempo que hace aquí, se rentabiliza». Los tejados de Ekintza tienen mejor orientación que los de Olarain, pero está residencia, que acoge a alumnos pero también a futbolistas u otro tipo de clientes, consume más. Así que la residencia se beneficia del 70% de la potencia instalada aunque también se hizo cargo de la mayoría de la inversión. Y es que en verano, por ejemplo, las vacaciones de los escolares provocan que haya menos consumo energético, mientras que Olarain sí mantiene abiertas sus puertas y el aire acondicionado, por ejemplo, es un sistema que consume mucha energía.
Marín asegura que ambas entidades están «muy contentas» por la apuesta fotovoltaica llevada a cabo, y resalta la importancia de la ayuda de las instituciones públicas, como en su caso, con una subvención que está pedida para sufragar el 30% de la instalación.
