La Kofradia-Itsas Etxea inaugura su nuevo proyecto en un 16 de julio sin procesión por la mar

Situado en pleno puerto de Donostia, el renovado edificio Portaviones de la histórica lonja de la cofradía acoge este proyecto impulsado por la organización de productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa (Opegui), que tiene como objetivo acercar el sector de la pesca de bajura a la ciudadanía. Para ello contará con una amplia oferta de actividades culturales relacionadas con la mar y el sector pesquero.

El acto inaugural ha comenzado con la bendición de Kofradia-Itsas Etxea y un aurresku de bienvenida a los asistentes. Miren Garmendia, directora de Opegui, ha dirigido la ceremonia dando la palabra a distintos representantes del sector como a Eugenio Elduayen, presidente de Opegui, quien ha explicado que este proyecto trae consigo actividades para que el sector de la pesca de bajura de Euskadi «se abra a la sociedad». Para lograr esta apertura dispondrán de talleres de cocina, visitas guiadas a las cofradías de Gipuzkoa o viajes a la mar «para que la gente vea cómo se trabaja». El nuevo edificio de la cofradía tendrá, además de una tienda con productos relacionados con este sector, un espacio gastronómico «que será una ventana al mar para probar y degustar el pescado» capturado por los arrantzales de bajura.

Al acto inaugural también han acudido Eneko Goia, alcalde de Donostia, Iker Goiria, director de Turismo en la Diputación Foral de Gipuzkoa, y Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco. El alcalde donostiarra ha asegurado que se trata de un proyecto que «remonta a lo que hemos sido siempre en esta ciudad con una tradición pesquera que se está perdiendo». Por su parte, Tapia ha admitido que con el nuevo proyecto de Kofradia - Itsas Etxea se tratará de «afrontar el futuro de la pesca de una manera moderna y sin complejos».

Tras el acto inaugural, con el barco Satanás atracado en el muelle junto al nuevo edificio de la Kofradia-Itsas Etxea y con Nuestra Señora del Carmen en proa, a lo largo de la mañana se han ido acercando decenas de personas para saludar y admirar a la virgen, patrona de los arrantzales en un 16 de julio sin ceremonia ni procesión.