Derechazos secos y ásperos de Eskuza

Eskuza, gran esperanza de la pelota alavesa, posee una derecha potente de la que salen pelotazos secos, ásperos para los contrarios, a quienes no dio opción esta vez. Golpea a menudo de parado –carencia que Jokin Etxaniz trata de corregir en sus entrenamientos con Aspe–, lo que le impide aprovechar mejor la inercia de un cuerpo de más de 1,85 de estatura y por encima de los 80 kilos. Hay tarea por delante.

De momento le basta para mandar ante zagueros como el andoaindarra Eneko Beloki, quien a pesar de tener la misma edad de Eskuza parece un niño a su lado. Alto y liviano, aunque su progresión resulta evidente, necesita coger fuerza. Tiempo al tiempo.

Si además Eskuza termina sin ninguna pelota perdida –la suerte se alió con él en dos o tres derechazos a ras de la chapa de arriba– y el azkoitiarra Aranbarri corrige un inicio preocupante para hacer daño después con el saque –preciosos dos al ancho–, la eliminatoria les quedó grande a un Oihan Etxeberria de 16 años que pocas veces se había visto en una de estas y a Beloki. Así se entiende el 22-9 final.

Menos historia tuvo el duelo sénior, ganado 22-6 en menos de media hora por Igoa y Ugartemendia a Senar y Balerdi, flojo el antzuolarra. Una tacada de quince tantos del 3-4 al 18-4 ahuyentó cualquier posibilidad de sorpresa.

El delantero de Etxarri y el zaguero campeón promesa del año pasado estarán en la jornada de semifinales del 8 de diciembre en el Beotibar de Tolosa, donde también habrá oportunidad de ver a Aranbarri y Eskuza.

Reaccionó tarde Nora Mendizabal ante Miriam Arrillaga en el cuatro y medio. Tiró de dejadas para acercarse en el marcador, pero el 13-1 adverso fue una losa.