«No poseo el mejor juego de aire del mundo, pero progreso»
Olatz Arrizabalaga (Gernika, 24 años) ha necesitado tres participaciones en el cuatro y medio del Torneo Bankoa Abanca-DV para alcanzar su primera final. Quiere ... destronar el domingo a su amiga Amaia Aldai, ganadora en la edición anterior, la de 2019.
–¿Desde cuándo juega a pelota?
–Empecé a los siete años. En mi casa siempre ha existido afición a la pelota. Mi padre creó una escuela de pelota en Gautegiz Arteaga. Mi hermano, tres años más joven que yo, iba al frontón, me apunté y me gustó.
–También probó la pala.
–Dejé esa modalidad hace dos años para centrarme en la mano. Hasta entonces compaginaba las dos.
–¿Ha practicado otros deportes?
–No, siempre he estado cerca del frontón.
–Llega a la final con dos victorias en su haber, la primera contra Olatz Ruiz de Larramendi y la segunda, ya en semifinales, ante Miriam Arrillaga.
–Ha sido un buen torneo para mí. He ganado bastante bien las eliminatorias y llego a la final con la confianza que me han dado los resultados y el juego que he desarrollado.
–Lleva 24 tantos de saque en dos partidos: 14 en el primero y 10 en el segundo. Cifra alta.
–He entrenado mucho el saque. Con la pelota goxua no haces tanta carrerilla y el bote de la pelota es más pequeño. Así que cuando pasé a la mixta, no sabía ni sacar. He dedicado muchísimas horas al saque junto a mi hermano, que también es mi preparador. Tantas, que ahora mismo es mi mejor golpe.
–¿Nota diferencia en el material entre unos torneos y otros?
–Antes sí existía, pero ahora no. Al principio el material era tan distinto en cada lugar que incluso te veías obligado a cambiar de tacos. Las pelotas mixtas con las que jugamos ahora las chicas se han uniformizado. Nos entrenamos y competimos con unas especiales que fabrica Zulaika.
–Conoce bien a Amaia Aldai, la otra finalista.
–Nos entrenamos juntas. Hemos coincidido en muchos partidos y en fases finales de torneos. Para bien o para mal, conocemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles.
–Perdió contra ella en semifinales del reciente Emakume Master Cup.
–Sí. A veces gana ella y otras, yo. Estamos bastante parejas. Ahora, por lo visto en el Master Cup, quizá Amaia tenga un punto mayor de confianza que el mío.
–¿Cómo juega Aldai?
–Es fuerte físicamente. No nos deja jugar en ataque a las demás. Contra ella es importante mover bien la pelota.
–¿Claves?
–Esa misma, mover la pelota y encontrar los ángulos. También aprovechar el saque. Si haces daño con el primer disparo, tienes ventaja en el mano a mano.
–El juego evoluciona y cada vez busca más el juego de aire.
–Cuando pasamos a la mixta, me di cuenta de que ese material ofrece mayores opciones para rematar. Teníamos que dar ese paso. No poseo el mejor juego de aire del mundo, pero progreso. Beneficia al espectáculo y el público lo agradece. Tanto Amaia Aldai como yo vamos en ese camino.
–¿Qué le falta a la pelota a mano de las mujeres?
–Una base sólida. La imagen que se tiene es un poco falsa. La mayoría de los torneos son privados, pero faltan campeonatos oficiales, sobre todo en las categorías más jóvenes para que las niñas se animen a jugar a pelota y tengan dónde competir.
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