Koteto Ezkurra : «El tío de Jokin Altuna solía decirme que 'si éste no sale pelotari, no sale nadie'...»

- ¿Qué es de su vida?

- La verdad es que la vida no me ha cambiado mucho. Al principio te sientes un poco desubicado, pero ahora mismo estoy contentísimo. Lo más importante es que tengo tranquilidad mental. Cuando eres pelotari funciona el subconsciente y, quieras o no, estás pendiente todo el tiempo de tu profesión: 'el sábado tengo que jugar, me tira un poco aquí'... vives en tensión. Además, hago cosas que antes no hacía. Juego a paleta con los amigos, ando en bicicleta, pero sobre todo tienes tranquilidad.

- ¿Echa algo de menos?

- Hombre, sientes algo de nostalgia y recuerdas cosas, pero no me he arrepentido en ningún momento de haber colgado el remonte. ¿Sabes por qué? Porque la cabeza me dijo que ya valía... Ya no tenía ese 'hambre', esa chispa... y empiezas a sufrir. No olvides que es un deporte agresivo.

- El otro día le vi en la tele en el Labrit, de espectador.

- Es que la pelota ha sido y es mi vida. Voy casi todos los jueves a Galarreta, me escapo a la mano, sigo el día a día... Yo nací en un frontón y la pelota ha sido una pasión para mí.

- Tengo una curiosidad. ¿Se puede ahorrar?

- Yo siempre he vivido de esto y algo sí se puede ahorrar. He sido un privilegiado en el mundo del remonte.

- ¿Y a qué se dedica ahora?

- Llevo la logística de una tienda de motos en Bera de Bidasoa. Como me dice mi mujer, el trabajo te va a medida. Siempre estás en la calle, no estás sujeto a horarios y mi jefe me deja que yo me organice, así que se puede decir que yo me lo guiso y yo me lo como...

- Las motos están de moda.

- Es una pasada y con el sol salen como las lagartijas...

- Usted vivió los años buenos del remonte.

- Sí, los años de oro. Es una pena que un deporte tan bonito y tan atractivo esté pasando por las actuales circunstancias y sin futuro, al menos como negocio. La modalidad seguirá, pero sacarla como negocio es otra cosa ya que la apuesta ha quedado aparcada y hoy en día no se consume aquella pelota. La mano le ha dado un giro con la televisión...

- Lo del Labrit es increíble. Gente joven y lleno semanal.

- El otro día me quedé maravillado. No había estado un sábado a lo largo del Campeonato de Parejas, acudí y me quedé fascinado. Qué ambiente. Se ha convertido en un acontecimiento social. Las entradas se cogen con antelación y la gente va al frontón como antes iba a los toros...

- ¿Tiene relación con los manistas actuales, con las figuras?

- Son más jóvenes, pero tengo relación, sí. Justo Lillo era también nuestro preparador y coincidí con Irribarria, con Rezusta..., Zabaleta viene a Galarreta, con Ezkurdia casi nos hacemos parientes... y con Jokin Altuna tengo una anécdota.

- Cuente, cuente.

- Cuando era un mocoso solía venir al vestuario de Galarreta ya que sus tíos jugaban conmigo y uno de ellos, Imanol, siempre me decía: 'si éste no sale pelotari, no sale nadie. Se pasa 25 horas al día, no 24, en el frontón'. Era finico, finico, mira si ha salido...

- Otro fenómeno, como usted. Por cierto, ¿por qué se dedicó al remonte y no a la mano?

- Era corto. Mi padre lo vio rápido. Al verme jugar a laxoa me llevó a Galarreta. Y acertó.

- Una pregunta final. ¿Quién será campeón del Parejas?

- Si tengo que mojarme lo haré por Elezkano II-Rezusta.

- Palabra de Koteto.