Erik Jaka: «No soy consciente de lo que he conseguido, pero estoy orgulloso de mí mismo»

Erik Jaka por fin vio cumplido su sueño. Cuando Altuna no pudo poner en el frontis la última pelota, estalló de alegría. Lanzó un grito que se oyó hasta en Lizartza. Era el mejor remedio para descargar toda la tensión acumulada. Después se abrazó con su amigo Altuna –volvieron a hacerlo en privado en el parking del Bizkaia–, y se dejó caer al suelo. Allí estuvo un par de minutos, reflexionando, y cuando se levantó, volvió a gritar a los cuatro vientos. Era el nuevo campeón manomanista.

Jaka se presentó en la rueda de prensa con el trofeo y la txapela en la cabeza. No quería desprenderse de ella por nada del mundo. «No puedo decir qué siento en estos momentos. Si cuando le gané a Urrutikoetxea estaba flotando y después de eliminar a Elezkano II me encontraba en el cielo, imagínate ahora. No soy consciente de lo que he conseguido. Estoy muy orgulloso de mí mismo y de toda la gente que me ha apoyado hasta llegar aquí. Me falta la ama y también mi tío Joxe. Que me perdonen aquellos de los que me he olvidado».

En relación a la final comentó que «empece bien, Jokin estaba más tenso que yo y pienso que la txapela es más mérito mío que demérito de él. Le he sacado de su sitio y he sabido jugar muy bien mis cartas. He hecho un gran partido, he dominado, pero me ha costado cerrarlo. En una final los errores se pagan muy caro».

Tuvo que sufrir hasta el final y acabó cojo. «No tenía fuerza en las piernas para restar sus saques. A mitad de partido he comenzado a sentir molestias en el muslo izquierdo, pero podía seguir jugando. No podía apoyar bien el pie en el suelo, me dolía. Estaba duro, agarrotado. Y Jokin tenía el saque. No podía andar. Espero que no sea una rotura de fibras».

El doctor de Aspe, José María Urrutia, le exploró en vestuarios y declaró que «sentía dolor en el cuádriceps femoral de la pierna izquierda. Tiene una fuerte contractura muscular, fruto del esfuerzo, y las piernas muy cargadas. Le haremos pruebas en los próximos días dependiendo de su evolución».