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Beñat Rezusta
Joseba Lezeta
Arbizu
Miércoles, 19 de marzo 2025, 00:10
Regateador nato, Beñat Rezusta (Bergara, 32 años) contradijo a quienes veían imposible ver a un zaguero zurdo al máximo nivel y rebate ahora a los ... que le auguraban una carrera corta por jugar con una sola mano, la izquierda. Ha compartido generación, carrera y empresa con José Javier Zabaleta, con lo que ello supone de dificultad para enriquecer el palmarés. Sin embargo, nunca ha cedido.
– Seis años después, de nuevo en la final. ¿Son muchos?
– Seis (sonríe). Para alcanzar una tienen que coincidir muchas cosas: estar bien durante el Campeonato, llegar bien al último tramo, tener la suerte de tu lado en algún detalle... Durante este tiempo he estado cerca en alguna ocasión, pero no se dio el caso. Si andas cerca, a veces te puede acompañar la fortuna. Ha sido un Campeonato completo por nuestra parte, sobre todo regular.
– En 2022, con Irribarria de compañero, se quedaron a un tanto de la final.
– En cambio, ese tanto estuvo de mi lado en alguna de las finales para las que me clasifiqué. En 2018 perdíamos 18-21 en el partido decisivo y remontamos.
– ¿Pasan rápido seis años?
– Pasas enseguida de que te vean como debutante a ser considerado veterano. Esto va deprisa. Estar en la pelea es buena señal. Hay que disfrutar cuando estás bien y buscar soluciones cuando no te sientes tan bien. Ahora mismo atravieso una buena racha.
– ¿Molesta el término veterano?
– Para nada. La broma está ahí. Ahora somos pocos los pelotaris que pasamos de los 30 años. Habrá cuatro pelotaris mayores que yo. Cada uno defiende lo suyo.
– ¿Cuántas veces ha escuchado que por jugar solo con la zurda su carrera como pelotari iba a ser más corta que otras?
– Muchas. Desde pequeño oía que no había zagueros zurdos. Más adelante, alguien me dijo que me hiciera a la idea de que mi carrera sería corta y que tratara de aprovechar el tiempo. También hay zagueros diestros que emplean lo menos posible la izquierda y nadie se plantea eso. La pelota se golpea con la mano, pero usas todo el cuerpo. Las piernas son muy importantes. Si te colocas bien y llegas rápido, fuerzas menos el brazo. El esfuerzo es incluso pequeño si haces el movimiento ideal.
– ¿Ser zurdo requiere adecuar la preparación?
– No. Los entrenamientos son los mismos. No hago ningún trabajo compensatorio. Todos trabajamos igual en el gimnasio. En los entrenamientos de frontón trato de golpear más de derecha para aprender y para compensar los esfuerzos.
– Le buscan la derecha...
– Para algo está la raya del ancho. Me defiende. Si hubiera pared, sería distinto.
– ¿Cuánto tiempo dedica a cuidar la mano izquierda?
– Soy maniático con los tacos. Paso muchas horas preparándolos. Después de los partidos y de los entrenamientos me pongo hielo. Los días de partido o de entrenamiento en frontón, acudo al masajista o yo mismo masajeo la mano. Uso también alguna crema. Soy constante y metódico en ese apartado. Disponemos también de una pelota de pinchos.
– ¿Estrena tacos cada partido?
– Sí. Durante el verano, si encadeno varios encuentros en poco tiempo puedo usar los mismos en dos. Pero pocas veces. En navidades, cuando se nos amontonaron las jornadas, también cambié de tacos para cada partido.
– ¿En qué consiste cuidarse como pelotari?
– En mi caso, constancia y orden. Llevar tus entrenamientos dentro de una normalidad. Respetar los descansos. Control de los horarios. Hay gente más estricta que yo con la alimentación. Evito comer algunas cosas, pero sin obsesionarme. Ycon los entrenamientos, otro tanto.
– El pasado verano ya fue positivo para usted. ¿Existe alguna razón concreta, algún cambio?
– No. Hacemos nuestras modificaciones con los tacos, buscas el método que te conviene, andar sin dolor influye, ganar partidos da confianza... Paso muchas horas con Jokin Etxaniz en los entrenamientos y las correcciones ayudan. Más allá de los resultados, es uno de los veranos en los que más he disfrutado a lo largo de mi carrera porque iba con ganas al frontón todos los días. Y ha sido importante darle continuidad durante el invierno.
– ¿Qué diferencia existe entre el Rezusta de 2017 o 2018 con 24 o 25 años y el actual con 32?
– Eso se ve más desde fuera. A veces se extraen conclusiones mirando al DNI. Me siento bien, la pelota me sale de la mano y tanto Ezkurdia como yo estamos regalando poco.
– Confianza es la palabra mágica. ¿Cómo se consigue?
– Es un compendio de cosas. No sentir dolor, buenos resultados porque las derrotas bajan el ánimo, adquirir movimientos en el frontón para notarte cómodo...
– La pareja con Ezkurdia fluye.
– Este año sí. Ganas tranquilidad si vas llegando a 22 desde el principio. Es el primer Campeonato que disputamos juntos, pero acumulamos unos cuantos partidos como pareja, incluidos torneos de verano. Conectamos bien. Joseba te quita tanta pelota mala que es raro que un zaguero diga que no juega cómodo con él. Aparte del trabajo que hace, permite jugar al zaguero y le deja pelotas en cuadro tres o cuatro. Me transmite tranquilidad.
– ¿Da miedo la pegada de Artola y Mariezkurrena II?
– Impone respeto. El zaguero sabe que deberá trabajar a fondo. El partido que jugamos hace dos semanas contra ellos habrá sido el más duro por número de pelotazos, por ritmo y por todo. Espero lo mismo o más para la final en un frontón bueno para ellos, para cargar el juego atrás.
– Ha subrayado a menudo la importancia de imprimir velocidad a la pelota además de aguantar en defensa.
– Si una pareja con ese poder se siente cómoda, no tienes nada que hacer. Si le dan del tres y del cuatro, olvídate. En otro partido te puede valer meter pelota. Contra Artola y Mariezkurrena tú también tienes que darle porque de ahí llegan tus opciones y sus posibles fallos.
- ¿Tiene olvidado el Manomanista?
- En este momento sí. Estoy centrado por completo en la final del Parejas. La exigencia del Manomanista es alta, posiblemente mayor aún para los zagueros. Exige su preparación, su tiempo. Ahora mismo estoy a lo que estoy.
- ¿Cómo le iba en la escuela?
- Como estudiante me distinguía por la regularidad. Sin notas exageradas, llevaba los estudios al día e iba sacando las asignaturas y los cursos.
- ¿El último libro que ha leído?
- 'Miñan', de Amets Arzallus.
- ¿Sigue viviendo en Bergara?
- Sí, junto a los padres.
- Es monitor del club de pelota.
- Un día a la semana fijo y en ocasiones puntuales dos. Llevo los de una edad concreta y este año llevo solo a cinco. Pocos. En su día también fui monitor de la Federación Gipuzcoana de pelota.
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