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Tito Marcelino (Donostia, 62 años) ha vuelto a coger las riendas del Txuri Urdin tras relevar a Alain Iturralde. Es uno de los históricos del hockey hielo guipuzcoano. Con él al mando, el Txuri ganó sus últimos títulos de Liga y Copa. Trabaja como quiromasajista ... y desborda alegría. Quiere contagiar su ilusión a todos aquellos que aman este deporte.
– ¿Qué hace un veterano como usted metido de nuevo en este mundillo?
– Yo también me lo pregunto. En mi anterior etapa como técnico deje al equipo campeón de Liga tres temporadas seguidas (2016/17, 2017/18 y 2018/19). Salí del club por diferencias con la anterior presidenta y desde entonces el equipo ha entrado en cierta decadencia. Me llamó la nueva directiva porque querían darle un aire nuevo al equipo. Llevaban dos temporadas sin jugar play offs. El año pasado quedaron sextos. Hablaron conmigo y me convencieron. No podía negarme.
– ¿Por qué vuelve al Txuri?
– Por que el Txuri es mi equipo y lo será siempre. Me he encontrado un equipo desorganizado y para mí supone un reto importante. Es el más grande de mi carrera como entrenador.
– ¿Es un romántico?
– Un poco sí. Cuando dejé el Txuri estuve diez años jugando en Puigcerdá y después entrenando allí. Pero nada es comparable con dirigir al equipo de la que ha sido tu casa.
– ¿Su casa?
– Sí, yo considero al Txuri como mi casa. Estuve catorce temporadas como jugador y luego pasé dos etapas como entrenador. Esta va a ser la tercera.
– En su época en activo se vivieron los mejores años del club...
– Sí, he ganado unos cuantos títulos con el Txuri como jugador y en mi última etapa como entrenador conquistamos tres Ligas seguidas y dos Copas en cinco años. Llegamos a disputar incluso la Copa de Europa. Pero últimamente se había perdido esa inercia ganadora. El Txuri llevaba 17 años sin ganar nada.
– Aquellos partidos Txuri-Jaca, en los que se llenaba el Palacio del Hielo...
– Sí, las gradas estaban a rebosar, pero también lo hemos hecho después. Desgraciadamente, la última temporada daba pena ir al Palacio del Hielo. Desangelado, con las gradas vacías. Si el equipo responde en la cancha, la gente volverá a mostrarnos su apoyo. Queremos que se vuelva a hablar del Txuri. Parecía que no existíamos el año pasado.
– ¿Qué objetivos se ha marcado en esta nueva etapa?
– El principal es volver a poner al Txuri en el lugar que le corresponde. Tal y como está ahora la competición, los extranjeros son los que marcan la diferencia, pero para fichar hace falta dinero...
– El Txuri siempre ha sido un club respetado.
– Sí, pero con eso no se ganan títulos. Debemos ilusionar a la gente para que vuelva a venir a vernos. Nuestro objetivo es meternos en los play offs. El Txuri es el club más laureado de la competición en cuanto a Ligas.
– ¿Por qué llegó en su día la cuesta abajo?
– Todo va por ciclos y últimamente ha habido un poco de dejadez. Los jugadores habían perdido la ilusión, algunos habían dejado de jugar. Salían fuera a trabajar y lo dejaban. En los últimos años se ha contado con extranjeros, pero no marcaban la diferencia.
– ¿Qué bloque se ha encontrado?
– En los últimos años el equipo estaba muy quemado. El hockey hielo es un deporte muy sacrificado. Un bocadillo y cientos de kilómetros en autobús para jugar cada semana. Los jugadores tenían que comprarse hasta los sticks. Me he encontrado con un grupo de chavales que nunca ha ganado nada y quiero que sepan lo que se siente. Y disciplina a tope.
– ¿Cuántos patrocinadores tiene ahora el club?
– Dos, Cassa Grupo y Sanse Resort Camping. Gracias a ellos podemos conformar un equipo competitivo. Tenemos dinero para hacer dos fichajes a pesar de que la reglamentación permite tres.
– ¿Los rivales son los mismos de siempre...?
– El Jaca es el actual campeón de Liga y se ha reforzado muy bien. También están el Puigcerdá y el Barcelona. Tendremos que pelear con Pamplona y Majadahonda para entrar en play off. Este año, como novedad, participa el Oporto portugués. Debutamos precisamente contra ellos.
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