Label donostiarra en la segunda jornada

Aunque a nadie se le escapa que el hipódromo de Donostia tiene un trazado peculiar, lo que pasa en el valle del Oria no difiere en exceso de lo que ocurre en otros hipódromos del mundo. Ayer quedó demostrado que a los caballos les gusta repetir en Donostia, como a los humanos.

Exceptuando la carrera de árabes con la que se abría la reunión, en la que prácticamente todos se estrenaban en el circuito, las carreras reservadas a los purasangres estuvieron dominadas por caballos y yeguas a los que se les había visto hace no demasiado tiempo. 'Cocklina', primera y segunda en sus precedentes, ganó la prueba de potros con una bonita aceleración. Otro especialista aliado con el circuito es 'El Ingrato', colocado en nueve de sus once salidas vascas. Ayer superó una dura escala para dar el triunfo a Álvaro Odriozola. Otra que tiene declarado su amor a este hipódromo es 'Jasmine', que lleva ocho seguidas cobrando y ha doblado victoria en seis días.

No obstante, la mejor impresión de la mañana la dejó 'Salar Island'. El nivel de los grandes premios está en su límite, pero es capaz de rendir en un valor que no tienen la mayoría de los caballos estabulados en España. Ayer sumó su tercer éxito donostiarra y no parece que vaya a ser el último, pues no hay muchos con la capacidad de batirle aquí sobre 1400 metros.