Iker Vicente: «Ha sido mi mejor año, alucino con todas las txapelas conseguidas»
El de Otzagabia ha cerrado una temporada para el recuerdo en la que ha ganado todo lo posible. «Estar entre los grandes es una satisfacción enorme», dice
Ha cerrado una temporada de ensueño en la que se ha hecho con el Individual, el Parejas, la Urrezko Aizkora, el campeonato Navarro, la Copa ... de Oro, la Liga de Campeones, el Memorial Latasa... y la apuesta del 27 de abril contra Txikia con 22 troncos y 14.000 euros en juego en Tolosa. Iker Vicente, de 27 años, ha detenido, de momento, su palmarés en 53 txapelas. La última, la del navarro individual, igualando a Miel Mindegia. La temporada que viene se presenta tan atractiva como exigente para el aizkolari de Ochagabia. Primero, y por encima de todo, habrá que ver si alguien se anima a retarle otra apuesta en el primer tercio de la temporada. Y en las competiciones oficiales cambia el decorado. Txikia y Larrañaga regresan a la primera categoría. Todo va a estar más ajustado.
– ¿Ya ha podido descansar?
– En ello estoy. La temporada se hace larga y físicamente ya empezaba a ver que me estaba costando en las últimas semanas. Por suerte todo ha salido a pedir de boca así que no me puedo quejar.
– ¿Qué le apetecía hacer que no podía en competición?
– He podido estar con amigos, salir alguna noche, ir a cazar... Estuve tres días en Andorra para cambiar de aires.
– ¿Le ha dado tiempo para reflexionar sobre lo que ha conseguido este año? ¿Dónde está su techo?
– No sé. Tenía la ilusión de repetir o mejorar lo que conseguí en en 2019, un año muy bueno para mí cuando gané muchos campeonatos, y la verdad es que he ido semana a semana alcanzando objetivos y ahora cuando echo la vista atrás alucino con todo lo logrado. Empecé ganando el parejas, luego la apuesta, llegó el de Euskadi y luego puse la quinda con el de Navarra. Ha sido un año buenísimo, pero esto no para y ya estoy pensando en el siguiente.
– Igualar a Mindegia con diez txapelas en el campeonato navarro tiene su miga.
– Empecé bastante joven ganando mi primer campeonato. Desde ese momento, con el paso de los años, nunca he mirado el número de txapelas que iba sumando, pero reconozco que en los últimos tiempos una vez superé a grandes aizkolaris sí tenía en la cabeza la posibilidad de igualar a Mindegia. Estar entre los grandes es una satisfacción enorme.
– ¿Cómo maneja la presión?
– Intento vivirlo con los pies en la tierra. Desde fuera es muy fácil, pero el que está dentro sabe qué dificultad tiene. Cuando vas a un campeonato, no vale nada lo que has hecho antes, tienes que hacer en ese día y en ese momento, hasta el último hachazo nadie regala nada. Detrás de cada txapela hay un esfuerzo muy importante, no solo físico sino también mental. El ser favorito siempre te da presión y hay que saber llevarlo, este año me he visto con confianza y lo he sabido llevar bien.
– ¿Qué queda del Vicente que ganó su primera txapela?
– Me ha tocado vivir muchas cosas y esas experiencias te cambian y te llevan a pensar diferente. Empecé muy joven mi carrera y físicamente percibo que habido un cambio constante. Conforme van pasando los años se va adquiriendo más fuerza, más resistencia y normalmente se coge más técnica también. Siento que estoy en mi mejor momento. Esta última temporada ha sido la mejor con diferencia. Ahora las decisiones las tomo con cabeza mientras que cuando era más joven era más a lo loco.
– ¿En qué medida ha ido cambando su preparación para afrontar las competiciones?
– Hoy todos somos atletas, cuidamos nuestra dieta, tenemos una base de entrenamiento muy parecida y luego cada uno se especifica un poco en su deporte. En mi caso he ido cambiando muy poco en lo que a los entrenamientos se refiere. He tenido suerte de tener gente muy buena a mi alrededor y han acertado mucho conmigo. Quizás donde más he cambiado ha sido en la dieta. Antes notaba que no acertaba tanto y ahora se puede decir que estoy muy contento con mi fórmula.
– ¿Cuál es esa fórmula?
– Trató de tener algún kilo de más. Siento que voy mejor así. No hay secreto ninguno. Es llevar una dieta variada y en nuestro caso insistir en la proteína porque al final en nuestro deporte prevalece la fuerza. Al final todos tenemos nuestro preparador de fuerza para lo que voy dos días por semana a un gimnasio de Pamplona. Otros dos días trabajo la resistencia y otros dos me centro en cortar. Cuatro de mis seis días de entrenamiento pueden ser muy parecidos a los de cualquier deportista de otro deporte. Algo hago bien porque siempre he sufrido de la zona lumbar y por suerte esta temporada no he tenido molestias.
– ¿Ha llegado a pensar que se está quedando sin rivales hasta el punto de perder la motivación?
– De momento no. Sé que tengo rivales muy, muy fuertes, la gente se prepara muchísimo, está muy a tope y seguro que como me descuide, incluso sin descuidarme, me van a pasar. Eso me ayuda a mantener la motivación. Diría que el Iker de hace cuatro años no estaría ganando lo que gana sin mis rivales. Ellos me han hecho mejor. Siempre se ha dicho que la mejor edad para un aizkolari es de los 30 a los 40 años. Yo tenía un poco ese miedo, porque de joven exploté bastante pronto y cogí muy buen nivel. Llevaba dos o tres años en los que tampoco mejoraba mucho y tenía el miedo de estancarme, pero en un año he cogido más cuerpo y más fuerza, y se ve que estoy mejorando.
– ¿Piensa en probar otras disciplinas fuera de la aizkora?
– No me ha llegado ese momento. Me gusta la aizkora desde que era un crío y hoy es lo que más me tira. Intentaré estar todo el tiempo que pueda en la aizkora. Otras disciplinas no me llaman tanto.
– ¿Volverá a Australia en 2025?
– Si, en primavera iré a competir en el campeonato del mundo. Es uno de los objetivos de 2025. Los retos que tengo son atractivos.
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