Nuestros olímpicos aplauden el aplazamiento al año que viene

Maialen Chourraut cree que la decisión «se veía venir. Era demasiado arriesgado y aunque hace dos o tres semanas se podía pensar que no, a día de hoy lo más aconsejable es que no haya Juegos Olímpicos». Añade la piragüista que «íbamos a tener muchos problemas para preparar bien los Juegos, pero es que además la situación en todo el mundo es la que es. En parte ha sido un alivio».

Aunque tiene la plaza asegurada al haber sido la mejor en las pruebas de selección, considera que «lo más justo es que se hicieran otra vez las pruebas de selección. Yo conseguí la plaza en 2019, ¡imagina lo que puedo cambiar de 2019 a 2021! A los Juegos tienen que ir los mejores y sabiendo que lo son». Con el billete que ya tenía o si lo debe renovar, será la cuarta cita olímpica de la piragüista, que fue bronce en Londres'2012 y oro en Rio'2016.

Teresa Errandonea no duda en calificar la decisión como «acertada. La noticia me ha llegado a través de varios grupos de WhatsApp y la verdad es que me he alegrado muchísimo porque creo que es lo más adecuado. Era lo que yo quería, que fueran en verano del año que viene».

La vallista irundarra, actual campeona de España de 60 y 100 metros vallas, tiene claro que «nos han quitado un peso de encima a todos los deportistas. Teníamos mucha incertidumbre e incluso miedo porque no sabíamos cuándo nos íbamos a poder poner a entrenar. Y también creo que es una decisión acertada porque ahora mismo no es momento de entrenar, es tiempo para que estemos en casa y que todo se recupere y vuelva a la normalidad. Ya tendremos tiempo el año que viene para centrarnos pensar en los Juegos Olímpicos».

Tras una gran campaña de pista cubierta, aspiraba a bajar de 13 segundos en los 100 metros vallas, la distancia olímpica. La mínima, al menos la fijada hasta ahora, es de 12.84, aunque no iba a ser necesario que se corriera por debajo de esa marca, ya que desde esta edición también hay un sistema de clasificación vía ranking.

Julen Aginagalde tiene claro que «el aplazamiento es lógico», pero eso no quita que «para nosotros es un fastidio».

Se refiere a una selección española que en enero se proclamó campeona de Europa y que «está en un momento muy bueno. Creo que podíamos haber hecho algo bonito este año en Tokio. De cara a 2021 no sé lo que pasará».

La cita de Tokio sonaba como el colofón para una generación e incluso la retirada de algunos jugadores, como Alberto Entrerríos. Ahora no está tan claro que el central del Barça vaya a dejar las pistas.

Para Julen, que actualmente sigue en Polonia, postponer los Juegos supondrá sumar un año más a sus actuales 37. «Va a ser más difícil entrar en el equipo pero no seré yo quien renuncie. Me encuentro a tope y la temporada que viene en el Bidasoa quiero seguir al cien por cien para el equipo y para intentar entrar en la selección».

Malen Ruiz de Azua ha completado una gran temporada invernal. La pertiguista logró superar el listón en 4,40 metros, su mejor marca personal hasta la fecha, y se mostró regular en alturas superiores a los 4,35. Para ir a los Juegos de Tokio le faltaba, nunca mejor dicho, dar un pequeño salto de calidad. La mínima de 4,70 parecía inaccesible, pero la arrasatearra sí que podía aspirar a entrar mediante el nuevo sistema de ranking, siempre y cuando se aproximara a los 4,50 en citas de nivel. Este aplazamiento le da 'vida' de cara a poder lograr la clasificación.

«Creo que aplazar los Juegos hasta 2021 es la mejor decisión que podían tomar. No sabemos cuánto tiempo tendremos que pasar en casa y la vuelta a los entrenamientos, volver a coger el ritmo necesario, va a ser complicada», apunta. Y más en una disciplina tan técnica como el salto con pértiga. «Para los atletas, lo mejor es el aplazamiento. Y más teniendo en cuenta que es global; quien no haya vivido aún esta situación la vivirá pronto muy probablemente».

Considera que la decisión le favorece. «Es verdad que he realizado una buena temporada de pista cubierta, mejorando incluso mi marca personal y sabiendo que de cara a la campaña al aire libre podría haber seguido ganando centímetros. Creo que el aplazamiento me va a venir bien, o eso espero, sobre todo para asentarme sobre los 4,40 metros y para seguir mejorando».

Desde Madrid, Iñigo Peña no oculta que «me he quitado un peso de encima. Con todos los casos que hay y la evolución de la pandemia, era lo más lógico».

El zumaiarra, como el resto de piragüistas, habían pedido permiso especial para entrenar pero no lo tenían todavía. «Llevamos casi dos semanas sin ir al agua, solo entrenando algo en seco. Y mientras tanto veíamos como en otros países, incluso en Italia donde hay incluso más casos de coronavirus que en España, los deportistas tenían esos permisos especiales. Eso nos estaba agobiando mucho, porque una cosa sería perder una semana o diez días de entrenamiento, que ya sería muy perjudicial, pero se veía que podíamos perder muchos más días y que no íbamos a estar en igualdad de condiciones».

Ane Santesteban también considera que el aplazamiento es «lo correcto, y por varias razones». Tiene claro la errenteriarra que unos Juegos Olímpicos «tienen que ser la fiesta del deporte y no creo que el mundo esté para fiestas».

Además, Santesteban estima que «difícilmente íbamos a estar en las mejores condiciones este verano porque no estamos entrenando como este evento se merece». No se le escapa tampoco que «en Tokio iba a haber gente de todo el mundo y con la pandemia iba a ser demasiado peligroso».

«Que los Juegos vayan a ser un año más tarde me viene muy bien. Me va a dar más tiempo para seguir preparándome y para coger ritmo», asegura Odei Jainaga. El jabalinista eibarrés considera la decisión de aplazar la cita como «positiva. Creo que es una buena decisión teniendo en cuenta las circunstancias y la incertidumbre que todos tenemos. Lo más seguro era aplazar y creo que aciertan». Para él, tras dos años de sufrimiento debido a la lesión que sufrió en el codo, el año extra le vendrá «de maravilla. Ahora mismo, ya sin prisas, estoy haciendo en casa otro tipo de ejercicios a los que no estaba acostumbrado y que me van a venir muy bien para trabajar otros músculos diferentes a los del día a día. La verdad es que me hace ganar tiempo». Jainaga batió en febrero de 2018 el récord de España de jabalina (80,64 metros) y después fue cuando llegaron los problemas. Ha trabajado a contrarreloj para tratar de recuperarse lo antes posible con el fin de llegar a estar en condiciones de lograr la mínima olímpica, pero lo cierto es que aún le faltaba. «Es una pena para los deportistas que estaban muy en forma. Pero para otros será tener una segunda oportunidad. Para mí es positivo el aplazamiento».