«Nadie tiene más ganas que yo de lograr la medalla que me falta»

– ¿Cuánto han condicionado su preparación los problemas que arrastra en la espalda?

– Bastante. Llego a los Juegos con menos días de nieve y competición que nunca en los últimos años. Entre las medidas que mi equipo y yo hemos tomado para esquivar el covid, sin apenas tener contacto con nuestros familiares en las últimas semanas, los problemas de espaldas que me acompañan y la adaptación a un nuevo entrenador (Mario Fuchs) y encerador de las tablas (Marco Mijic), puedo decir que este año ha sido agotador. Estoy deseando que acaben los Juegos para recuperar mi vida fuera de la burbuja en la que he vivido con momentos de mucha presión para no contagiarme.

– Salvo en una prueba de la Copa del Mundo en Cervinia (Italia) donde subió al podio, en las otras cinco pruebas, la última ayer, no ha logrado meterse en la final. ¿Qué le hace pensar que en Pekín puede ser distinto?

– Siento que voy rápido, tengo buenas sensaciones cuando compito, pero ya se sabe que en este deporte hay un componente de suerte que hay que tenerlo presente y en este caso no ha sido así. Han sido circuitos muy ratoneros y se me han atragantado. Alguna vez me han preguntado si no me arrepiento de haber cambiado de entrenador y skiman en una temporada tan importante en mi carrera como ésta y siempre contesto lo mismo: hoy puedo decir que tengo un equipo liderado por un entrenador con el que hace tiempo quería trabajar. Estoy encantado. He tenido que elegir muy bien los momentos para competir y para exprimirme entrenando, condicionado por las tres infiltraciones que he recibido en las últimas semanas.

– ¿Sigue soñando con esa medalla?

– Por supuesto. No pienso en otra cosa. En unos Juegos todos partimos de cero. Evidentemente habrá quien llegue con la moral por las nubes después de cosechar buenos resultados en la Copa del Mundo, pero en los Juegos hay que acertar ese día, no vale de nada lo anterior. He cuidado mucho mi preparación para eso mismo, para estar al cien por cien el día de la competición, dejando por el camino algún resultado. Tengo la experiencia que otros quizás no tienen. Mi objetivo claro sigue siendo conseguir una medalla. ¿Presión externa por ser uno de los candidatos? Nadie tiene más ganas que yo de lograrlo.

– La Copa del Mundo se inauguró esta temporada en la misma estación china que acoge la prueba olímpica. Ese día acabó en la vigésima segunda posición. ¿El circuito no se adapta a sus características?

– Nos dicen que la configuración de la pista no va a ser la misma aunque mucho no podrá cambiar por la configuración del terreno. Calculo que en la primera parte del circuito lo mejor será ir agazapado dentro del grupo hasta una recta larga a mitad del recorrido en la que habrá que aprovechar los rebufos para coger la cabeza porque después solo quedarán tres curvas en las que encontrar hueco para adelantar va a ser muy difícil al ser muy estrecho. En cualquier caso, la estrategia a seguir la decidiremos una vez estemos allí y pisemos la pista, teniendo presente que soy un competidor al que no le asusta quedarse atrás con el objetivo de evitar los contactos que hay en cabeza. Tengo interés en ver qué diseño nos preparan porque a raíz de los últimos Juegos en los que hubo muchas caídas y lesionados se está primando la seguridad con circuitos cortos, con pocas zonas de adelantamiento, y eso no me beneficia tanto. En China, por ejemplo, en la primera cita de la Copa del Mundo me toqué con un rival en un plano nada más salir, en un momento de poca velocidad, y ya me fue muy difícil llegar a la cabeza. Quiero una competición en la que me dejen hacer lo que sé. Quiero acabar y decir 'he hecho todo lo que se podía'.

– ¿Cómo le puede influir el hecho de que la nieve vaya a ser artificial a la hora de elegir las ceras de la tabla?

– La duda me gusta. Acertar con la cera va a ser determinante.

– ¿A qué rivales teme más?

– El alemán Martin Noerl llega líder de la Copa del Mundo, está en buena forma, y la pista de los Juegos es muy para él. Los austriacos Alessandro Haemmerle y Jakob Dusek, el canadiense Eliot Grondin... Lo curioso es que quien más quien menos ha sido irregular, con buenos resultados y chascos importantes, lo que también me sube la moral. Yo he hecho una buena prueba y el resto, una o dos a lo sumo. En el único circuito que dependía del corredor y no tanto de las características del recorrido, me coloqué delante, así que eso me dice que puedo hacerlo. Digo más: el día que hice tercero, debí ganar.