El GBC, peleado con su pasado
Tiene por delante la hazaña jamás realizada anteriormente, que consiste en salvarse tras un mal arranque en la primera vuelta
Las reminiscencias del subidón que supuso derrotar al Iberostar Tenerife con un triple en el último segundo todavía perduran, aunque ya tenuemente porque la semana ... avanza, el calendario no da tregua y el sábado espera otro complicado partido para el Acunsa Gipuzkoa Basket. El Joventut de Badalona espera en el Olímpic (20.45 horas), sacrosanta cancha donde hace 28 años el Dream Team se convirtió en el mejor equipo de la historia de este deporte. Será precisamente sobre esas tablillas, donde la escuadra guipuzcoana comience la segunda vuelta del campeonato con el reto de intentar hacer historia. De pelear contra su pasado, a día de hoy, su principal enemigo.
Solo tres triunfos (Zaragoza, Andorra y Tenerife) campean en el casillero del Gipuzkoa Basket, un escaso botín y que obliga, una vez más, a hacer una segunda vuelta mayúscula para intentar salvar la categoría. Los diez, once o doce triunfos –depende de cómo sea la temporada– siempre han sido la cifra ansiada por los equipos que luchan por salvarse de la quema, con lo que el número de triunfos en la segunda vuelta debe casi triplicar al de la primera.
Es la cuarta vez que el Gipuzkoa Basket acaba la primera vuelta con solo tres triunfos, lo hizo hace dos cursos con Valdeolmillos, en la temporada 15-16 con Porfirio Fisac tras el cese de Jaume Ponsarnau, y en la campaña 12-13, la segunda de Sito Alonso, justo un año después de haber tocado el cielo. En las tres ocasiones precedentes, el equipo guipuzcoano estuvo en puestos de descenso aunque con el madrileño en el banquillo, no se produjo el descenso al no cumplir los equipos de LEB los requisitos necesarios para subir.
Segundas vueltas insuficientes
En todas esas campañas, el equipo ganó más partidos en la segundo vuelta –cinco, cuatro y siete–, pero no se pudo librar de la quema, a pesar de completar una gran vuelta tras la ciaboga. Así que la lectura es que el equipo de Nicola debe ganar muchos partidos pero necesita, al menos, dos compañeros o más de viaje, a quienes dejar atrás. Por ahora la salvación está a un encuentro, distancia que tiene con Bilbao Basket y Betis y a dos partidos se encuentran Zaragoza, Fuenlabrada y Estudiantes, pero estos equipos con varios choques pendientes de disputarse.
No hay duda de que la situación del equipo, por mucho que tengamos un regusto dulce del último triunfo ante el Iberostar Tenerife, es complicadísima. Sin ir más lejos, los dos próximos rivales del equipo guipuzcoano son el Joventut y el Barcelona y, como siempre marca la propia liga ACB, hacen falta muchas victorias inesperadas para alcanzar cualquier objetivo. Se puede hacer la cuenta de la lechara y trazar dónde le puede ser más fácil lograr los triunfos al GBC, pero quizá ni con esas sea suficiente para abandonar los últimos puestos de la clasificación.
Descenso en los presupuestos
Los datos arrojan una pista clara de que el bajo nivel competitivo del equipo en las últimas temporadas va unido al descenso en el presupuesto que debilita mucho a la hora de contratar jugadores. En los últimos cinco años en la ACB, el Acunsa GBC ha salido a competir siendo el menor presupuesto y ha descendido en cuatro de ellas. Solo se salva la espectacular campaña que firmó Porfi Fisac con Norel, Clark, Dani Pérez, Van Lacke, Chery y compañía. No estuvo ni una sola jornada en puestos de descenso y aunque tampoco le dio para pelear por meterse en la Copa, acabó en una honrosa decimotercera posición firmando trece triunfos a final de temporada, la tercera mejor cifra en la historia del club.
Por ejemplo, desde que Pablo Laso ascendiera en la temporada 2007/08, el equipo se mantuvo en cuatro cursos consecutivos. En el segundo y tercer año del gasteiztarra, peleó por la Copa con dos magníficas primeras vueltas, pero se quedó a las puertas del premio. Algo que un año más tarde, y eso que el equipo empezó 0-4 y 2-8 en las primeras jornadas, logró metiéndose en el torneo del KO y haciendo además el mejor balance de la historia del club: 19 triunfos en total, quinto puesto y clasificado para jugar los play-off por el título ante el Valencia Basket, a quien le llevó hasta el partido de desempate donde no jugó por lesión Andy Panko, que fue el MVP de la temporada ese año.
En tres ocasiones más el Gipuzkoa Basket terminó con tres triunfos la primera vuelta y en todas ellas descendió
A partir de ahí, los constantes descensos presupuestarios y de asistencia de público, aunque en ese año 14-15 se contabilizaron varias entradas superiores a los seis mil espectadores, derivaron en los problemas clasificatorios que ha venido teniendo el equipo guipuzcoano.
Por ello, la misión que tiene entre manos Nicola y los jugadores es tremenda, y deberán hacer una segunda vuelta a ritmo de play-off para intentar salvarse. El domingo demostraron que por mucho que haya un rival enfrente de alta alcurnia, se le puede derrotar. En su mano está demostrar si lo que ocurrió el domingo en Illunbe fue flor de un día o se le puede dar continuidad.
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