El primer fichaje del GBC es Tanor Ngom
Con sus 2,18 se convierte en el segundo jugador más alto en al historia del club y se pretende que sea alguien diferencial en la zona
Elhadj Abdoulaye Tanor Ngom se convierte en el primer nuevo pasajero del proyecto del Inveready Gipuzkoa Basket para la próxima temporada. Un nombre tan largo responde a un jugador gigante, de 2,18 de estatura y 2,30 de envergadura: es decir la distancia con los brazos extendidos entre sus dos dedos corazones. Una figura que el GBC ha ido buscando en los últimos tiempos y que dio con ella cuando la temporada pasada fichó al neerlandés Lucas N'Guessan, quien solo pudo ayudar al Gipuzkoa Basket en diez partidos debido a una lesión que tuvo en el tobillo. Los 2,13 de N´Guessan ayudaron mucho y se espera que el tamaño de Ngom ayude también a proteger el aro y facilitar las cosas en ataque.
El Gipuzkoa Basket ha pensado que un jugador cuyo equipo ha descendido en esta temporada, ha podido llevar un año complicado, pero que ha tenido unos buenos números. Y es que el senegalés de 28 años solo ha pasado quince minutos de media en la pista y en ese rato le ha dado tiempo ha anotar 9,7 puntos de media, capturar, 4,7 rebotes y poner casi un tapón por partido. Números interesantes y que se intuye podrían ampliarse si pasa más tiempo sobre la cancha que en la ciudad de La Plana.
Con Ngom ya hay cuatro jugadores para la plantilla que dirigirá Sergio García, el africano y los tres que tiene contrato en vigor: Mikel Motos, Manex Ansorregi y el también interior Javi Nicolau. Tanor Ngom se convierte en el segundo jugador más alto que va a defender la camiseta del Gipuzkoa Basket tras el rumano de 2,21 Ionut Dragusin que estuvo en el club en su primera experiencia en la ACB allá por la temporada 2006/07. Sorprende que el nuevo jugador del GBC haya lanzado este pasado curso 60 tiros de tres, de los que ha metido 22 acreditando un 37%. No es muy usual que jugadores de 2,18 amenacen desde fuera, cuando su poder es básicamente recibir cerca de canasta donde poco menos que puede ser imparable. El Gipuzkoa basket, como sucedió con N'Guessan y antes con Pape Bocar Sall, busca un protector del aro que complique la vida las penetraciones rivales. No solo que ponga tapones, sino que haga cambiar la manera natural de un tiro por su gigantesca presencia.