«Sé que está muy difícil pero si nos salvamos me bañaré con los tiburones del Aquarium»

El presidente departió durante poco más de un cuarto de hora con el equipo, que aprovechó para hacerse la fotografía oficial de la temporada. «Cada uno lleva de una manera muy personal la situación», dice Núñez sobre lo que ha visto en el plantel. «Cambia la edad, la experiencia la forma de ser de cada uno. La semana quizás se les está haciendo un poco larga pero creo que son conscientes de la oportunidad que tienen por delante porque ¿y si logran salvarse? Sería la leche». Casi sin tiempo de formular la siguiente pregunta, el presidente desvela su particular apuesta. «Me iré a bañar con los tiburones al Aquarium. Es una promesa que tenía pendiente. Qué mejor si nos salvamos meterme allí con los tiburones».

Ya sin el neopreno, el máximo mandatario del Gipuzkoa Basket esgrime las posibilidades de su equipo. Remotas, sí. Reales, también. «Esto es deporte y tiene magia. La combinación de factores que se tiene que dar es increíble y difícil: por eso me bañaría con tiburones. Es verdad que más allá de la victoria o la derrota hay que poner en valor que has estado ahí. Con la honestidad y limitación de recursos que tenemos en este club se han levantado y llegamos al último día con opciones».

Se espera la mejor entrada de toda la temporada en Illunbe. Quizá la mejor de los últimos años. El anillo de abajo está todo vendido y ya se han retirado las lonas en varias zonas del anillo superior. «Necesitamos el apoyo de la afición que básicamente se concreta en que tienen que ser como el Séptimo de Caballería para acudir al rescate, la carga de los Rohirrim del Señor de los Anillos y el Noveno Batallón de Dragones del ejército británico. Todo tiene que ser esa combinación explosiva que nos ayude a llenar todo Illunbe de azul».

Núñez anima a la gente «a que venga a disfrutar de un partido de ACB contra un rival de altísimo nivel y solo por esa oportunidad de competir, da derecho a valorarlo. Y hay que subrayar el esfuerzo que ha hecho el equipo». Ignacio Núñez continúa con su discurso para convencer al seguidor del Gipuzkoa Basket que acude el domingo, de azul si puede ser, y con ganas de hacer mucho ruido y vivir, quien sabe, si una jornada histórica. «Ese es el mensaje: que los jugadores se han ganado el derecho a estar vivos, que han competido muy bien en esta segunda vuelta y que no tengan miedo. Que si de repente surge, no dejar que nos arrebaten nada».

Después de una floja primera vuelta y de ganar cuatro de los primeros 22 partidos, el rush final que ha realizado el Delteco GBC le ha valido para ser uno de los mejores equipos del último tramo liguero a pesar de acumular tres derrotas consecutivas (Baskonia, Fuenlabrada y Barcelona). «Sergio ha reinventado la plantilla jugando de otra manera, con tres pequeños», comenta Núñez sobre la metamorfosis que ha experimentado el equipo desde la llegada de Zeisloft y Rebec y la salida de Gutiérrez. «Hemos jugado bien, hemos ganado partidos y nos hemos ganado el derecho de competir, a estar y a seguir soñando. Lo fácil es que derrota tras derrota, puedes tirar la toalla pero nosotros hemos seguido luchando».

El equipo guipuzcoano tendrá que pelear contra un gigante que se juega nada más y nada menos que el primer puesto y además cruzar los dedos para que se den dos resultados que hagan de la jornada histórica. «Se ha hecho todo lo posible dentro de la legalidad», comenta entre sonrisas sobre un triunfo catalán en Santiago y otro del Estudiantes en Badalona. «Espero que Darío (Brizuela) esté enchufadísimo y que Pablo (Laso) tenga un mal día», augura el máximo responsable del cuadro guipuzcoano. Falta hará porque el GBC tiene ante sí una carambola complicadísima.