«El baloncesto no tiene trucos, hay que jugar simple»
Gipuzkoa Generation es el espacio de desarrollo del talento que la Fundación GBC dirige a adolescentes para mejorar su técnica individual en verano
En plenas vacaciones de verano, mientras unos deciden viajar o disfrutar de los días de playa, un grupo de apasionados del deporte de la canasta ... dedican sus días de descanso a intentar mejorar sus capacidades baloncestisticas. Hay tiempo para todo. Gipuzkoa Generation es el espacio de desarrollo del talento que la Fundación Gipuzkoa Basket dirige a adolescentes en verano. Jugadores nacidos entre 2007 y 2010 aprovechan sus semanas de vacaciones para practicar y mejorar su nivel en el deporte que más les gusta.
Son entrenamientos que van más allá de un campus de verano al uso, «donde no solo se trabaja esa técnica individual. Es importante para nosotros también que jueguen. Necesitan un espacio en el que aplicar lo aprendido. Por eso tenemos un acuerdo con el campus de los hermanos Urtasun, organizamos partidos frente a ellos tanto en Navarra como aquí, en Aldapeta», explica Mike Carlson, exjugador del GBC y jefe de desarrollo de jugadores del Campus.
No hay que olvidar nunca que por mucho que un jugador pueda mejorar su técnica, el baloncesto es un deporte de equipo. «Por eso es importante que puedan practicar lo aprendido. Que los entrenadores les pidan cosas básicas, pero muy concretas en esos partidos. Los participantes llegan queriendo mejorar aspectos individuales como el bote o el tiro por ejemplo», detalla el de Wisconsin.
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Cada edición, verano tras verano, diferentes referentes del mundo de la canasta se acercan a compartir con los participantes «lo mucho que ellos saben. Hemos tenido por ejemplo a David Doblas, que tiene mucha, mucha experiencia y todos han aprendido cómo jugar en el poste bajo, como trabajar los pies, a jugar fuerte, y no hay mejor referente en eso que él». Tener la oportunidad de aprender a jugar con jugadores de máximo nivel es una gran experiencia, no solo para los chavales. «David quería jugar un uno contra uno contra ellos, pero le tuvimos que frenar», bromea.
En la lista de jugadores que se han pasado por el campus, además del propio Carlson y Mikel Motos como director, están Xabi Oroz, Manex Ansorregi o Lara González, y también los entrenadores Lolo Encinas y Yon González. «Esas rutinas individualizadas para mejorar se las llevan para siempre. Me parece muy interesante que a veces se sorprenden de que ellos les digan lo mismo que sus entrenadores les dicen durante todo el año», apunta.
Un espacio donde aprender a entender e identificar distintas situaciones y así reaccionar de manera más eficiente. «Los jugadores piensan que si tienes mucho nivel o experiencia, les vas a decir un secreto de cómo hacer las cosas, pero al final llegan y entienden que el baloncesto no tiene secretos, les podemos enseñar algún truco, pero tenemos que jugar simple, tenemos que jugar con el espacio, con movimientos de balón… Son las cosas que funcionan. Interiorizar y entender el juego es el gran secreto. Los profesionales hacen lo básico en un nivel súper alto, porque han entrenado los conceptos, han interiorizado el juego»,
Talento guipuzcoano
Carlson, afincado en Donostia desde hace varios años, tiene claro que en Gipuzkoa hay jugadores de futuro con talento. «La verdad me sorprende que cada año hemos mejorado, vemos que hay chicos con mucho nivel queriendo mejorar, que son capaces de hacer cosas que igual yo no fui capaz hasta que llegué a un nivel profesional. Eso me sorprende. Es impresionante el talento que tienen y más la capacidad de aprender también, que es súper alto. Escuchan, luchan, intentan hacerlo lo mejor que pueden. Tenemos unos grupos con nosotros, estoy muy contento con ellos», celebra.
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