Lamine Yamal y Nico Williams presumen de conexión y de pique: «Di la verdad, ¿quién es el padre?»
Los jóvenes extremos de la selección española hablan de su relación como hermanos fuera del campo y de la improvisación en torno a bailes, retos y el ya famoso 'piedra, papel o tijera'
A. A.
Martes, 2 de julio 2024, 15:04
Son la pareja de moda de la Eurocopa y su nivel está llevando a la selección española a ser una de las favoritas para llevarse el torneo. Nico Williams y Lamine Yamal; Lamine Yamal y Nico Williams han revolucionado el ataque de la selección desde su insultante juventud y no dejan de acaparar titulares por su excelente nivel de juego. Su conexión, tanto dentro como fuera del campo, es notable, y sus gestos y bailes se están convirtiendo en 'trending topic' cada vez que se expresan.
«Es un buen chaval, acogedor desde el primer día, cariñoso... es un buen chaval», explica Lamine Yamal sobre Nico en el vídeo que ha publicado la selección española con una pequeña entrevista con ambos. «Pero es mi hijo», añade el adolescente del Barcelona para rematar la frase, para seguir ese pique conjunto que tanto les caracteriza. Considerarle 'hijo' significa que el que lleva la voz cantante en esa relación de amistad es Yamal, aunque eso es algo que a Nico parece no encajarle. «¿Hace falta que responda quién es el padre?», responde el del Athletic. «El padre es tan responsable que no va a entrar en la discusión», zanja Yamal, que al final llama la atención de Fermín López para que aclare la cuestión... aunque sin éxito.
«Es difícil tener con 16 años la cabeza que él tiene», afirma ya algo más serio Williams sobre la perla blaugrana. La pareja confiesa que los bailes o las celebraciones que hacen en los partidos las improvisan sobre vídeos que han visto en 'Tik-tok' y no necesariamente de fútbol. «La vimos en el autobús, antes del partido y luego nos salió natural», explican sobre la celebración con baile tras el gol conseguido con Nico ante Georgia. «Pero el que mejor baila soy yo», añade Yamal jocoso.
Otro de los gestos que dejó el partido fue el sorteo a piedra, papel o tijera, de un botellín de agua entre ambos. «Le dije qué haces que queda poco (agua). Nos la jugamos y el chaval iluminado empezó a beber y la escupió», narra Lamal. «Nos echamos a suertes el levantarnos a por el postre o el zumo de naranja...», explica el del Athletic. «Si es una falta no, pero durante el día sí», puntualiza el del Barcelona.
