Victoria por la mínima del Real Unión

Los males de este Real Unión están claros. No es cuestión de malos jugadores. Ni de falta de buen juego de cara a la portería rival. El problema es que el Real Unión no ha conseguido armarse como un equipo y sufre en demasía cuando no tiene la pelota. Entonces los partidos se convierten en una lotería en la que los unionistas casi nunca salen ganadores. Casi nunca tienen el décimo con el gordo. Ayer, la suerte cambió.

El partido contra el Athletic B ha empezado con un claro dominio local. Para el minuto ocho los irundarras ya han sacado tres córners, aunque la primera ocasión clara ha sido para los vizcaínos. Tras el robo, como les suele pasar siempre a los de Juan Domínguez, Areso se ha quedado en posición franca para marcar. Su disparó ha superado a Txusta, pero Esnaola, bajo palos, ha evitado el 0-1. A partir de ahí, el monólogo unionista ha sido total y las ocasiones se han empezado a suceder.

Con Jorge Galán de enganche y los hermanos Eizmendi por las bandas, los de Irun han llegado con relativa facilidad a la portería defendida por Oleaga. En el veintitrés la ocasión ha sido doble. Alain Eizmendi ha probado con un disparo cruzado que ha despejado el portero y Orbegozo lo ha intentado en el rechace, pero la pelota ha acabado en córner tras otra buena intervención de Oleaga. En el saque de esquina Esnaola ha conseguido rematar y ha mandado el balón al poste.

Solo cuatro minutos después la ha vuelto a tener el Real Unión. Orbegozo ha recibido un buen pase a la espalda de la defensa e ha intentado marcar con la zurda, pero el cancerbero del Bilbao Athletic ha sacado una buena mano abajo para dejar su portería a cero.

Durante la primera parte ha habido hasta un penalti que no se le ha pitado al delantero unionista, muy protestado por el público que se ha acercado al Stadium Gal, y una jugada más para resumir lo que estaba sucediendo sobre el rectángulo.

Galán ha rematado un centro desde la derecha que ha detenido el portero. Ha aparecido Orbegozo para empujar, pero tampoco ha estado acertado, y el tercer remate a bocajarro ha sido despejado por un defensa del conjunto bilbaíno a córner.

La desesperación en la grada ha sido tal, que un veterano aficionado ha caído al suelo mientras hacía aspavientos al ver las claras ocasiones marradas por los unionistas. No le ha pasado nada. Se ha levantado y cuando el colegiado ha señalado el camino de los vestuarios, ha aplaudido al equipo. El Real Unión se ha marchado sin marcar al descanso, pero ha merecido mucho más.

Todo el desacierto unionista de cara al arco rival de la primera parte, ha cambiado a la vuelta de los vestuarios en la primera aproximación al área rival. Oleaga no ha atrapado un inofensivo disparo de Alain Eizmendi, el balón ha quedado muerto en la línea de gol y Orbegozo ha empujado de cabeza para hacer el 1-0 en el minuto 52.

Tras el tanto, y aunque Galán ha podido sentenciar con un mano a mano que no ha podido resolver, al cuadro txuribeltz le ha tocado juntar líneas y aguantar las acometidas del rival. Esta vez la defensa ha funcionado, Txusta ha acabado con su portería a cero y el Real Unión puede mirar a la clasificación durante las navidades sin demasiada euforia, pero con la tranquilidad de verse lejos del peligro.