Cierran un partido el campo al Aloña Mendi juvenil por insultos al árbitro por parte de aficionados
El presidente del club, Jabier Azpiazu, expulsó en persona a los culpables y manda un mensaje contundente: «Que los que buscan follón no vengan al fútbol»
La irrupción de actitudes incívicas, maleducadas y violentas entre el público de los campos de fútbol de Gipuzkoa ya tiene una consecuencia grave para ... un club del territorio. El Comité de Competición ha procedido al cierre del campo al Aloña Mendi por los insultos proferidos al árbitro y a jugadores visitantes durante el partido entre el conjunto local y el Ilintxa Juvenil de Honor del pasado sábado. Existía un apercibimiento por un episodio similar anterior y al ser la segunda vez, el órgano competente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol ha fijado la citada sanción. El equipo oñatiarra de esta categoría deberá buscar otro campo para jugar su próximo partido como local, pero el resto de equipos del club podrá disputar sus compromisos en Azkoagain, su sede habitual.
Fue el propio presidente del club, Jabier Azpiazu, quien junto a un ayudante expulsó al grupo de jóvenes que insultaba. «Nos vino el delegado del campo con gesto de miedo y fuimos a donde los chavales a decirles que 'fuera de aquí y que ya valía'. Les quitamos algunas botellas de alcohol. Los insultos después se extendieron hacia mi persona. Hay un terreno colindante al campo y se quedaron ahí. Entré al vestuario a hablar con el árbitro para ver qué tal estaba y me comentó que tenía que reflejar lo sucedido en el acta. Le dije que hiciera lo que tuviera que hacer. Lo que queremos nosotros es que los que buscan follón no vengan al fútbol».
El colegiado escribió después que «un grupo de unos veinte aficionados locales, durante el transcurso de la primera mitad, se dirigieron en varias ocasiones en gritos contra jugadores del equipo visitante y contra mi persona llamándonos 'hijos de puta' y 'árbitro hijo de puta'. Tras avisar al delegado de estos hechos, los expulsó del terreno de juego durante el descanso del encuentro. Durante la segunda mitad se colocaron fuera del estadio y siguieron llamando 'hijo de puta' a los jugadores del equipo visitante y a mi persona 'árbitro hijo de puta'».
El club de Oñati no quiere dejar al grupo identificado volver al campo, pero la propiedad es municipal
Azpiazu transmite la postura del club, de «enfado y un punto de indefensión», y subraya el mensaje principal de que «no queremos follón en el fútbol». La cuadrilla que increpó a jugadores y árbitro es de Oñati y muy joven, y el club mantiene la firme voluntad de «no volver a dejarles entrar», si bien la instalación es municipal y la prohibición tiene su límite legal. El club abordará esta problemática, más social que futbolística, para tomar medidas, aunque Azpiazu aclara que «no todo está en nuestras manos». Lo que sí baraja el Aloña es colocar los partidos de ciertas categorías los domingos por la mañana para evitar que parte del público acuda al fútbol bajo los efectos del alcohol.
El Aloña Mendi entablará contactos con clubes cercanos con los que guarda una buena relación para cubrir el cierre de su campo cuando el Juvenil de Honor tenga que jugar como local. El Antzuola, el Bergara o el Arrasate son algunos de los candidatos. Y más allá de los inconvenientes generados a jugadores, familias y aficionados con este traslado, el club tendrá que hacer frente a una sanción económica que asciende a 300 euros. Sumados a los 200 que le impusieron la vez anterior, la mala conducta de parte de la afición le ha supuesto 500 euros.
El Comité de Competición aún no se ha pronunciado sobre la agresión al linier de Trintxerpe el domingo
Azpiazu es un clásico del fútbol guipuzcoano y lleva más de cuatro décadas como directivo del club txantxiku, lo que aún otorga más fuerza a su afirmación de que «nunca he asistido a un cierre del campo como ahora».
Un precedente
Este cierre podría no ser el único en Gipuzkoa esta temporada. El Comité de Competición aún no se ha pronunciado sobre el incidente del domingo en Trintxerpe, donde el padre de un jugador agredió al juez de línea. El club hizo público ayer un comunicado para «lamentar y denunciar» los hechos y señalar que «no se considera responsable de lo ocurrido pero asumirá las consecuencias».
En otros casos, ya existe un aviso por algún episodio de violencia verbal, por lo que otro incidente parecido acarrearía el mismo castigo que va a sufrir el Aloña Mendi. En Hernani, por ejemplo, un futbolista del Hondarribia sufrió en septiembre insultos racistas que fueron recogidos en el acta arbitral y fueron motivo de apercibimiento al club. Directivos y técnicos hacen causa común para pedir a los aficionados que mantengan en todo caso una actitud respetuosa.
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