Froome y Yates, la noche y el día tras salir de un parón
El tetracampeón del Tour vuelve a sufrir en el final en alto de la Vuelta a los Emiratos, que ve ganar en solitario a su compatriota del Mitchelton
El único parecido entre Chris Froome y Adam Yates es que son dos grandes corredores británicos que están disputando su primera carrera de la ... temporada en la Vuelta a los Emiratos. A partir de ahí, viven realidades parelalas. Más bien opuestas. El primero viaja en la incertidumbre, de la que el segundo salió con su triunfo el martesd en la cima de Jebel Hafeet.
El sorprendido ganador de la Clásica de San Sebastián en 2015 -también en Arrate en la última Itzulia- no se ponía un dorsal desde el Giro de Lombardía, el 12 de octubre. Según dijo, «tenía ganas» de comprobar su estado de forma en las rampas de Jebel Hafeet, y salió de dudas con un triunfo en este alto, donde Alejandro Valverde estuvo lejos de repetir su victoria de hace un año y Froome a años luz de ser el que pretente volver a ser, al llegar a 10:49.
Con sus 1.240 metros, Jebel Hafeet es la segunda montaña más alta de UAE. Un test de 10 kilómetros al 7% de pendiente media y picos del 12%. UAE y Trek habían trabajado durante la etapa para controlar la fuga del día: Buyst (Lotto), Marengo (Vini Zabù), Campenaerts (NTT) y Steels (Deceuninck). Los cazaron a tres kilómetros de la ascensión.
Ya en la subida, tensó el UAE de Tadej Pogacar y Froome crujió. Se descolgó cuando restaban más de ocho kilómetros a meta. Su organismo aún no está para grandes esfuerzos. Ni siquiera para sufrir. «No me dolían las piernas, solo que llevo ocho meses sin correr», desde que se partió la crisma durante el Dauphiné. Desde entonces lucha por que no sea su carrera lo que se rompió. «Estoy seguro de que solo necesito más carreras. Para ser mi primera carrera, me siento muy bien», dijo la víspera en 'The Times'. Y sacó pecho para reivindicar sus galones como hacen Egan Bernal y Geraint Thomas en esa guerra psicológica pre-Tour que se ha instalado en el Ineos: «Estoy contento de mi estado de forma y de cómo responden las piernas». Desde luego, hace once meses, en la Volta a Catalunya, perdió un mundo en La Molina y Wallter 2000, donde precisamente ganó Adam Yates. Y «hace dos o tres no podía ni caminar», recordó.
Ajeno al calvario de Froome, Yates (Mitchelton) arrancó a 6 kilómetros para la cima. CCC había lanzado a Víctor de la Parte, se supone que pensando en Ilnur Zakarin, pero Yates le quitó las pegatinas al bravo alavés. Alexey Lutsenko (Astana) y David Gaudu (Groupama-FDJ) fueron los últimos en soltarse de su rueda.
Pogacar, que venía de dominar la Volta a la Comunitat Valenciana y corre para el equipo del país, reaccionó tarde y fue de atrás hacia adelante. Llegó segundo a un minuto de un Yates sin cadena «Era mi primera carrera -dijo el inglés- y quería probar mis piernas y ver cómo estoy con respecto al resto. Tal vez ataqué demasiado lejos, pero me sentí bien». Arranca pletórico un año que le llevará por Tirreno-Adriático, Volta, Itzulia, Vuelta a Suiza y Tour.
El alto de Jebel Hafeet también acogerá la meta de este jueves. Las otras tres etapas, son propicias para abanicos y sprints, lo que agradecerá Froome para seguir quintando carbonilla.
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