Julen Aginagalde: «Tantos homenajes y gestos me dan un poco de vértigo»

– Últimos entrenamientos, última charla, último partido... ¿Se hace a la idea?

– Durante la semana lo he llevado bien, ya veremos cuando se acerque el momento del partido, que va a ser muy especial. Al haber anunciado la retirada con tanta antelación he tenido tiempo para ir asimilándolo.

– Ha vivido una semana bastante ajetreada, ¿verdad?

– Sí, he tenido muchos frentes abiertos, muchas entrevistas... pero ya estamos a sábado y espero poder disfrutar de un bonito día.

– Aunque queda el momento de la despedida tras el partido, ¿esperaba que la semana previa popodía ser así?

– La verdad es que no. Me da un poco de vértigo y solo tengo palabras de agradecimiento con todo lo que se está haciendo.

– Por ejemplo, la medalla e insignia de Oro y Brillantes que le va a conceder la Real Federación Española de Balonmano

– Es un galardón muy importante. Tengo 205 partidos con la selección absoluta, pero antes pasé por todas las categorías. He podido participar en grandes éxitos de España y ha sido una trayectoria muy satisfactoria.

– Por otro lado, el club ha confeccionado una camiseta especial en su honor para este último partido. Y se están subastando. La puja de la suya va ya por los 350 euros.

– Muy agradecido también con este detalle. Y si la subasta va tan bien, me alegro mucho. Cuanto más dinero se consiga, mejor, que es por una buena causa, para ayudar a Fernando Bolea.

– Por último, al estilo de los deportes norteamericanos o como hace el Barça, se va colgar su camiseta en Artaleku.

– Eso es algo que me sorprendió, no me lo esperaba y, como te decía antes, me da un poco de vértigo. Con todos los grandes jugadores que han pasado por el Bidasoa... Es un gesto muy bonito y, al mismo tiempo, una responsabilidad.

– Cuando regresó de Polonia, firmó por un año, aunque ha acabado cumpliendo tres temporadas. ¿Lo hizo porque veía cerca la retirada?

– Cabía la posibilidad de hacer más largo el contrato pero vine con 37 años, que ya era una edad. Aunque en mente tenía estar un par de temporadas y han sido tres, no quería atar de esa manera al club.

– ¿Qué valoración hace de estas tres temporadas?

– Positiva, aunque ha habido de todo. El primer año fue muy complicado, con la pandemia. Luego volver a estar con toda la afición fue una gozada. He podido disfrutar de nuevo de jugar en Artaleku.

– En el Bidasoa Irun no ha ganado títulos como estaba acotumbrado pero sí ha podido disfrutar de buenos resultados.

– Hay que ser conscientes de lo que somos y de la competencia que tenemos. Creo que el Bidasoa Irun tiene que estar peleando por entrar en Europa y así lleva cinco temporadas ya, consiguiéndolo en las cuatro primeras. En esta nos ha faltado un poco pero lo importante es que se están poniendo las bases para un buen futuro.

– No ha sido capitán pese su experiencia pero habrá ejercido como tal.

– Más que de capitán, de abuelo cebolleta, teniendo en cuenta que cuando era capitán en la primera etapa, alguno de mis actuales compañeros casi ni había nacido. Ha habido momentos en los que sí he tirado de galones y siempre he intentado ayudar al equipo y a los jóvenes.

– El que sí ha sido capitán muchos años, Jon Azkue, se va a Francia y otro irundarra, Ander Ugarte, se retira. Bajas importantes, ¿no?

– Así es, son bajas sensibles pero se ha trabajado para poder cubrirlas lo mejor posible. Sobre todo debemos agradecer tanto a Jon como a Ander por todo lo que han dado al club.

– ¿Cómo se imagina el día después de la retirada, las semanas posteriores y su vida sin ser jugador de balonmano?

– Con toda la tranquilidad, porque lo tengo muy asumido. Con un día a día de ir a la oficina y empezar a hacer el trabajo que hago ahora pero con más dedicación. Tendré más tiempo libre, fines de semana distintos... Eso también se va a agradecer.

– Deja la cancha pero no el club, seguirá como director deportivo.

– Así es. Llevo un año en el cargo pero hasta ahora era difícil compaginar las dos facetas. A partir de ahora sí podré dedicarme al cien por cien.