'Historias del buen valle' | Sección oficial
José Luis Guerin: «Solo hago películas desde el afecto, jamás podría hacer una de Pinochet o Trump»El director catalán presenta en el Zinemaldia 'Historias del buen valle', una película que cuenta las historias de varios vecinos entrañables del barrio periférico de Vallbona en Barcelona
Agricultores o 'pagesos' catalanes, migrantes de Andalucía, marroquíes, latinos, gitanos, hindúes y refugiados ucranianos. Todos ellos conviven en el barrio periférico de Vallbona, ubicado en ... Barcelona. Una pequeña ciudad dormitorio, prácticamente abandonada, de poco más de 1.300 habitantes en la que el director José Luis Guerin (Barcelona, 1960) ha puesto su mirada para hacer un documental y competir en la Sección Oficial de la presente edición del Festival de Cine de San Sebastián.
Una historia con unos personajes entrañables que conviven entre el mundo rural y el urbano. Inmigrantes que viven en bloques de pisos, que coexisten con las casas de los primeros migrantes, quienes llegaron tras la posguerra. Un humilde rincón, convertido en una auténtica aldea global.
«El proceso de casting para elegir a los personajes nos llevó más de dos años», confesaba este jueves en rueda de prensa un amable José Luis Guerin, quien en el año 2001 también dedicó un documental al barrio de El Raval de Barcelona 'En construcción', que recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián, el Premio Nacional de Cinematografía y el Premio Goya a la Mejor Película Documental.
«Pusimos un anuncio en un colegio y empezaron a venir todo tipo de personas. Yo no tenía ningún tipo de guion y fue a partir de los relatos y las historias de los personajes elegidos que pude empezar a trabajar y a hacerme una idea de cómo iba a enfocar este proyecto», explica el cineasta sobre los entrañables personajes, que en el documental cuentan sus historias de vida y como llegaron a Vallbona.
«Un encargo de un museo se convirtió en el deseo de filmar este barrio», explica sobre los inicios del proyecto. «Fue entonces cuando descubrí como este barrio tan ignorado escondía todo tipo de problemas: la especulación inmobiliaria, la gentrificación, el cambio climático, la inmigración, los conflictos identitarios y hasta la guerra».
Afecto hacia los vecinos de Vallbona
«'Historias del buen valle' es una suma de imaginarios, de conflictos sociales, generacionales e identitarios, urbanísticos y ecológicos; pero también una mirada reposada y humanista sobre el mundo actual», explicaba el director catalán que admite haber estado por primera vez en Vallbona en el año 1977, cuando «acompañé a un amigo a hacer encuestas y entonces ya me pareció que aquello era otro mundo. Que aquello no era Barcelona».
«Vallbona era un barrio invisible y el cine debe visibilizar lo que no se ve. Este proyecto fue todo un reto, técnicamente hablando, porque era imposible hacer un encuadre al ser todo tan caótico. Tienes el tren pasando todo el tiempo por un lado, los coches en la autopista que se ven a lo lejos, las casas, el río y el campo de fútbol por otro lado. Fue por ello que decidí contar la historia a través de los ojos de los protagonistas», admitía sobre unas personas por quienes admitió sentir «mucho afecto» y que estuvieron presentes en la rueda de prensa.
«Diría que soy un mal cineasta, porque solo hago películas desde el afecto, con personas a quienes aprecio y creo una relación. Por ejemplo, nunca podría grabar algo sobre Pinochet o Donald Trump», bromeaba el cineasta que este viernes dará una charla a las 11.00 horas en Tabakalera junto al productor, Jonás Trueba, para hablar sobre el documental.
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