La última función de Itziar Mendizabal
Diez minutos de aplausos pusieron el punto final a la carrera de la hondarribiarra como primera solista del Royal Ballet de Londres
La sesión matinal de 'Alicia en el país de las maravillas', ofrecida por el Royal Ballet de Londres, no fue una función cualquiera en ... el mítico escenario de Covent Garden. Era el adiós a los escenarios de la bailarina hondarribiarra Itziar Mendizabal, después de casi treinta años sobre las tablas. Minutos antes de comenzar el espectáculo, familiares y amigos de 'la Mendi' se reunían en el hall de entrada de la Royal Opera House y se podía palpar la emoción en el semblante de su ama, Mertxe Escribano, de su hermana, Lierni, y de sus sobrinas, Inge y Alaitz Garaialde. En un segundo plano dentro de la oficiosa comitiva de recepción, se encontraban la pareja de la protagonista, Gregory Banks, y el pequeño Julen, de cuatro años, la misma edad en la que su amatxo dio sus primeros pasos de ballet en el estudio de Elvira Ubierna en Hondarribia. Tampoco quisieron perderse la retirada de la primera solista del Royal Ballet guipuzcoana sus compañeras de su etapa con Víctor Ullate, Marta Hernández y Karla Hexel.
Una institución como el Royal Ballet nunca defrauda en ninguno de sus espectáculos, ni siquiera ayer en las dos funciones con las que finalizaba la temporada 2024/25. Pese al ambiente festivo general, la creación de Christopher Wheeldon (2011) sobre el clásico de la literatura infantil escrito por Lewis Carroll (1865) transcurrió con la perfección y calidad exigibles a la prestigiosa formación británica. Antes del comienzo de la función, el director de la compañía, Kevin O'Hare, –«una belleza de persona que me ha ayudado mucho en mi carrera»–, realizó una pequeña alocución, en la que rememoró la exitosa carrera de Mendizabal y le deseó suerte en su próxima etapa como maestra de la escuela superior del Royal Ballet. Pero aún quedan tres horas por delante para disfrutar de la artista guipuzcoana como Reina de Corazones, papel que disfrutó en cada segundo, especialmente el tercer acto en el que cobra un gran protagonismo su rol. Su vis cómica se puso de relieve en la escena satírica basada en el célebre 'Adagio de la rosa' de 'La Bella Durmiente'. El patio de butacas se desternillaba con cada gesto, mueca y traspié de 'la Mendi'. La caída del castillo de naipes y de la monarca supuso el final de la obra, cuyo colofón vino de una salva de aplausos de diez minutos, amén de los numerosos ramos de flores que poblaron el escenario, entre ellos, uno muy especial: el que Julen Banks Mendizabal entregó a su emocionada amatxo, quien no dudó en enviar un beso al palco real para su madre.
«Emocionada y feliz por un cierre de etapa muy positivo», la artista subrayaba que lo verdaderamente importante para ella era «que la ama estuviera aquí es lo que ha hecho tan especial este día y luego, Julen trayéndome flores. Es muy bonito ver cómo el mundo del ballet y mi mundo exterior se unen en este momento. Los últimos saludos en la imponente Royal Opera House también fueron especiales porque «he querido llegar a todo aquel que estuviera en el teatro, incluso a las personas de la última fila del anfiteatro, porque quería agradecerles que todos han sido importantes y me han aportado algo en mi carrera», reconocía.
Quien no asistió al espectáculo fue su aita, Jesús Mari Mendizabal, –conocido como 'Bizargorri'–, «porque a él todo el gentío y, sobre todo, eso de tener que volar a Londres no es lo suyo, pero siento que él ha estado presente y no lo he echado de menos». Con ilusión por su nueva etapa como docente, familiares y amigos se unieron en un último brindis en la terraza de la ópera londinense para celebrar la exitosa carrera de Itziar Mendizabal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.