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I.G.
San Sebastián
Lunes, 3 de febrero 2025
El Conquistador del Caribe no da tregua. Y es que el reality de aventuras de la cadena pública vasca ya ha comenzado a dar buena muestra de lo que va a exigir a los concursantes en su 21ª edición, tanto física como mentalmente. Primero fue Aratz Lakuntza quien tuvo que hacer frente al muro infernal, una prueba que obligó al donostiarra a superar una pared vertical antes de ascender por un acantilado. Y después Marcela se mostró como la más habilidosa en el reto de Caníbales. Como premio, ambos pudieron abandonar durante varios días el campamento de la locura y disfrutar así de comida, fuego y, sobre todo, de la preciada inmunidad.
Ahora, El Conquis entra en una nueva etapa, lo que a priori les obligará a abandonar su campamento y separarse tras permanecer unos días juntos. El propio Aratz, uno de los favoritos a la victoria final, se sinceraba ante las cámaras ante la nueva etapa. «Hemos hecho una muy buena amistad, nos hemos cuidado mutuamente. Yo llevaba un día solo y estaba desquiciado. Su compañía ha sido tremenda, la quiero un montón», reconocía el donostiarra con gran pena por decir adiós a Marcela. La de Busturia, monitora de gimnasio, era de la misma opinión: «Yo no me quiero separar».
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El propio Aratz, atleta de carreras de obstáculos, explicaba cómo fueron sus primeros días en El Conquistador una vez ondeó la ikurriña como ganador del primer reto. «No llegué a hacer fuego, no llegué a hacer la cabaña ni bien, tiré la toalla. Pero llegó Marcela y me animó a todo, hicimos la cama, el fuego y luego conseguimos un par de cocos para comer. Me cambió la historia totalmente», afirmaba cariacontecido.
Sea como fuere, El Conquistador de El Caribe ya conoce el nombre de sus dos capitanes: Aratz Lakuntza y Marcela. Ambos se han mostrado muy satisfechos por la noticia y, sobre todo, asombrados por semejante responsabilidad: el donostiarra como líder del equipo rojo, y la vizcaína, del amarillo. La propia Marcela no daba crédito a la noticia nada más confirmarse su candidatura.: «¡Rojo! Pero entonces los equipos son mixtos, ¿no? Yo no soy un tío. Capitana. ¡Qué fuerte! ¡Madre mía!», se sorprendía justo antes de tomar rumbo al campamento de la locura para disputar la primera prueba por equipos de El Conquis.
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