San Telmo dedicará muestras al 'tabú de la muerte' y al desafío de los robots

Será una programación «potente y de calidad», en palabras de Jon Insausti, concejal de Cultura. El museo de San Telmo desveló este miércoles sus exposiciones para el próximo año y realizó un primer balance de un 2018 que mantiene la cifra de visitantes de otros años, en torno a 135.000, y en el que sobresale el éxito de la muestra 'los dioses del Prado', con 30.000 visitantes, y 'Black is Beltza', según resaltaron la directora del museo, Susana Soto, y el director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi. También «han arrancado con mucha fuerza» las exposiciones actuales, sobre «la invención del cuerpo» y el león de Arrikrutz.

«Mantenemos una programación en torno a tres ejes, lo propio, lo diverso y lo contemporáneo, que responda a las preguntas que se plantea la sociedad de hoy», dijo Insausti. En ese sentido, la primera de las grandes exposiciones del nuevo año será sobre «el tabú de la muerte» y su reflejo en las artes y las ciencias, llegará al museo en marzo. Soto explicó que San Telmo lleva dos años trabajando en esta exposición de producción propia, en colaboración con la universidad de Deusto, titulada 'Heriotza' y que mostrará representaciones pictóricas, literarias, fotográficas y cinematográficas en torno a la muerte y sus rituales a través obras en distintos formatos, con 60 a 70 piezas traídas del Prado y de los museos Arqueológico Nacional, Egipcio y de Barcelona, con una mirada que abarca la historia, la antropología, la medicina o la teología.

La gran sala de San Telmo recibirá después una producción del Vitra Design Museum titulada 'Hello Robot, el diseño entre el humano y la máquina', un análisis sobre la repercusión de la tecnología en la vida cotidiana. En octubre, dentro de la Bienal de Arquitectura Mugak, se abre una muestra sobre la Escuela de Diseño Ulm, en Alemania, y los aparatos Braun. Y en noviembre se anuncia otra sobre la sima Kiputz de Mutriku y su importancia en la prehistoria.

En cuanto a las otras salas del museo, el Laboratorio de San Telmo acoge en marzo una exposición sobre el universo Arzak, con un recorrido por la historia del restaurante desde finales del XIX hasta hoy a a través de sus mesas, como símbolo de encuentro. En verano una muestra repasará los 80 años de la Quincena Musical, y desde septiembre habrá un homenaje a los maestros de la fotografía de la mano del fotógrafo Sandro Miller, que recreó imágenes icónicas de la historia a través del actor John Malkovich. Son 61 imágenes en blanco y negro en las que el intérprete hace de modelo para emular a Tuman Capote tal como lo retrató Irvin Penn o a Marilyn Monroe como la captó Bert Stern.

El museo mantendrá numerosas actividades además del programa de exposiciones. Continúa el programa de intervenciones Museo Bikoitza, esta vez con Ibon Aranberri, y en la exposición permanente se incluirá un audiovisual sobre el pastoreo. Las visitas gastronómicas 'San Telmo pil-pilean' se vinculan con la muestra de Arzak, y siguen los ciclos sobre los 'Desafíos' y las conferencias mensuales en torno a la figura de Juan Sebastián Elcano.

San Telmo persiste también en la restauración de sus fondos. Este año se abordará la restauración de la colección de armas. Los primeros pasos se han comenzado a dar ya con la investigación y restauración en 2018 de la espada jineta, datada en el siglo XV y pieza excepcional de la colección del museo. Se proseguirá con la colección de arma blanca Broutin y, paulatinamente, se abordará el resto de la colección (391 piezas). En Urgull se impulsarán los trabajos de conservación de la llamada sala de los Graffitties y la colocación de diversos cañones recientemente restaurados.