'Detective Touré', las aventuras de un inmigrante negro e ilegal que hace justicia en Bilbao

'Detective Touré' se estrena hoy en la app Primeran de ETB, que colgará tres de sus seis capítulos doblados al euskera. La primera serie española protagonizada por un actor negro se verá después en Televisión Española, ya en su versión original. Touré nació porque Jon Arretxe (Basauri, 1963) había escrito demasiada novelas negras en las que moría hasta el apuntador. «Quería algo original y pensé en un africano sin papeles, un superviviente nato, que empieza haciéndose pasar por adivino y se acaba convirtiendo en detective», justifica. Escribió la primera entrega de la saga, '19 cámaras', hace más de una década y acaba de publicar la décima.

Arretxe, que hasta la pandemia no tenía televisor y ahora está colgado de 'Fargo', ha visto la serie y está feliz. «Es muy buena, aunque como soy el autor estoy obligado a decir que las novelas son todavía mejores, ja, ja». El primer episodio no empieza como el libro, con carteles que ofertan «mamadas a 2 euros» en los puticlubs de La Palanca. «La serie es más light, más para un público familiar», consiente el escritor, que había recibido proposiciones para llevar a Touré a la pantalla situando la acción en París. Tornasol y DeaPlaneta le aseguraron que la serie transcurriría en Bilbao La Vieja, donde rodaron durante tres meses y medio. David Pérez Sañudo, ganador del Goya por 'Ane', comanda el equipo de guionistas, mientras en el reparto encontramos a Unax Ugalde, Loreto Mauleón, Itsaso Arana, Lander Otaola e Itziar Ituño, que ayer no apareció en la jornada promocional para no desviar la atención tras participar en una manifestación a favor de los presos de ETA.

Viajero impenitente, Arretxe siempre ha acostumbrado a escribir sus novelas en el lugar donde transcurren: Estambul, Tánger... A Touré lo parió en un piso que le dejaron en pleno San Francisco. «Hice amigos en todas las asociaciones del barrio, una fuente de inspiración increíble. En Bilbao La Vieja observas durante cinco minutos y te salen personajes y situaciones por todos los lados», apunta. La serie refleja el activismo de los vecinos y asociaciones, sin ocultar los problemas de delincuencia. El humor suaviza el trasfondo social.

«San Francisco solo sale en los medios por las cosas malas», lamenta Jon Arretxe. «Son verdad, pero allí también vive la gente más admirable que conozco, que trabaja de manera voluntaria para ayudar a los drogodependientes o a las pobres prostitutas de La Palanca». Uno de los capítulos transcurre durante la fiesta real de los Arroces del Mundo, «una iniciativa preciosa que viene celebrándose desde hace veinte años y que se ha exportado a otros sitios». «Había que hacerle justicia a esta gente y a este barrio, que en los mapas que dan en los hoteles a los turistas se tacha para que no lo pisen. Ahora pueden ir a un destino multicultural donde se ha filmado la famosa serie 'Detective Touré'», ironiza el escritor.

Malcolm Treviño-Sitté cuenta con un amplísimo currículo que pasa por el Centro Dramático Nacional, series como 'El Chiringuito de Pepe' y 'Antidisturbios' y películas como 'Palmeras en la nieve' y 'El cuaderno de Sara'. Es el pequeño de seis hermanos y su madre murió cuando tenía cinco años. Se hizo actor porque su hermano abrió el primer videoclub de Malabo, en el que los vecinos iban a ver películas de Chuck Norris y Jackie Chan en un pequeño televisor. Vino a España con 10 años. Solo. Creció en Vallecas y Ciempozuelos. Una vez hizo pira y fue al teatro a ver 'Tres sombreros de copa'. Le dolió tanto descubrir a un blanco pintado de negro que salió convencido de ser actor.

«Me encantaría normalizar y que no me llamaran porque soy el negrito de moda, sino porque soy buena persona, buen compañero y buen actor», confía. «Quiero seguir jugando a este juego. Y ser un referente para los que vienen detrás, creo que sirvo para ello». San Francisco le ha recordado a Vallecas en los 90. «En el barrio de Salamanca estoy fuera de lugar. En Vallecas no me siento señalado, me reconozco como humano; soy uno más, no el otro». En Bilbao La Vieja, eso sí, le gustaría ver a más blancos. «Porque los guetos se forman cuando se van los oriundos, no cuando llegan los extranjeros, que no echan a nadie».

Jon Arretxe es padre de un chaval negro de 17 años y una niña vietnamita de 8. Ambos salen en la serie. Atikilt Arretxe, conocido como «el hijo del escritor» en el pueblo navarro de Arbizu, ha empezado a estudiar fuera. «Ahora va a ser un negro más, incluso un puto negro para mucha gente», lamenta el novelista. «Cuando voy con él noto muchos microrracismos, detallitos. Si es un chaval vasco, criado aquí... A Malcolm también lo dejas por San Francisco y es un puto negro. Las novelas y la serie pueden ayudar a salir de ahí».