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Exposición
Azkarate entra en San Telmo «y eso es maravilloso»El museo inaugura una muestra con el trabajo de la fotógrafa donostiarra centrado en la relación íntima del ser humano con el arte
Ya estoy exponiendo en un museo y eso es maravilloso», comentaba entusiasmada la fotógrafa Isabel Azkarate en la presentación de la nueva muestra que San ... Telmo. De esta forma el museo se suma a la retrospectiva/homenaje que le dedica Artegunea de Kutxa Fundazioa, y aunque es bastante más reducida en imágenes, «es una pequeña joyita», en palabras de Susana Soto, directora de San Telmo. Si en la de Tabakalera se muestra principalmente su trabajo como fotoperiodista, en la que se inaugura esta tarde con el título de 'Isabel Azkarate. Arte y parte', el espectador se adentra en los museos, galerías y estudios de artistas de la mano de la donostiarra.
Como gran aficionada al arte, Isabel Azkarate ha vivido, disfrutado y documentado el panorama artístico desde primera línea. Su archivo incluye innumerables eventos durante los años 80 y 90, así como retratos de los artistas nacionales e internacionales más populares. Fue testigo del nacimiento de un movimiento contracultural en plena transición política celebra la identidad y la libertad de expresión en Euskadi y ello se refleja en las tres series en las que se divide la muestra. El resultado es el reflejo de la íntima relación del ser humano con el arte.
Como un álbum familiar
Una selección de quince retratos de algunos de los artistas más significativos de la cultura vasca en sus talleres y estudios configura la primera parte de la exposición. Azkarate se adentra en la intimidad de pintores, escultores, escritores, músicos y cineastas. Chillida, Oteiza, Ameztoy, Atxaga, Nagel o Barandiaran son algunos de ellos. Silvia Omedes, comisaria de las dos exposiciones, explica que «estos retratos están hechos con la complicidad de los artistas, que eran amigos suyos. Por eso, los hemos colocado como si fueran las fotos de un álbum familiar».
Otras diecisiete imágenes hablan de la experiencia del espectador en los museos y galerías de ciudades como Nueva York, Düsseldorf, París o Kassel, y su interacción ante las obras de arte contemporáneo, sobre todo representaciones hiperrealistas del cuerpo femenino. La contemplación de estos personajes anónimos es atrapada por la mirada irónica de la fotógrafa. «Es muy rápida y en un momento capta a las personas y al mismo tiempo hace una reflexión de como están viendo el arte».
La tercera serie, titulada 'Almacenados', da a conocer un ensayo fotográfico inédito hecho en los años 80 en Nueva York, en el American Museum of Natural History, donde Azkarate descubre una colección de bustos de amerindios y afroamericanos abandonados en el almacén del museo. Seres olvidados que sobrevivían a un doble estigma: representar a una comunidad de estadounidenses racializados, protagonistas secundarios en la historia oficial del país, y suponer una representación caduca y políticamente incorrecta, que lleva a retirarlos del discurso museístico.
'Isabel Azkarate. Arte y parte', puede visitarse hasta el 5 de mayo en la Sala Laboratorio de San Telmo.
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