La Sade debe presentar aún el proyecto definitivo del hotel para el Bellas Artes
Urbanismo aclara que la distribución interna puede cambiar, pero no las condiciones de las fachadas protegidas
El edificio Bellas Artes iba a ser un hostel o un apartotel pero finalmente será un hotel clásico, al conocerse el acuerdo entre su propietaria, la empresa Sade, y la cadena Hilton, que pondrá su sello en este emblemático edificio donostiarra que cierra el Ensanche Cortázar. Fuentes del Departamento de Urbanismo aclararon este miércoles este aparente desencaje entre la licencia concedida en su día y la tipología turística que tendrá el edificio. «A efectos del control municipal sobre esta construcción la clave son las fachadas que son los elementos protegidos y estos no cambiarán, sea un albergue o un hotel».
Las obras que se llevan a cabo en el edificio Bellas Artes, cinematógrafo construido en 1914, sin uso desde 1989 y en un estado de ruina declarado por el Tribunal Supremo, buscan reconstruir el edificio, mantener sus fachadas protegidas por la normativa municipal (Peppuc) y darle un nuevo uso a la parcela. El año pasado Ayuntamiento y Sade pusieron fin a la guerra judicial sobre el futuro de esta construcción y pactaron propiciar su transformación en un alojamiento turístico que respetase la protección contenida en el Peppuc (grado C con condiciones específicas: las fachadas no se podían demoler, aunque se podían ensanchar los huecos de las ventanas, y se debía reconstruir la cúpula según el proyecto original) aprobada por el Pleno del Ayuntamiento.
Para tramitar las primeras licencias la Sade no especificó la tipología de alojamiento que impulsaría. Presentó un proyecto básico que reunía todas las condiciones que le exigía el Ayuntamiento para cumplir con la normativa de protección en todo lo relativo a las fachadas, que eran los únicos elementos que el Peppuc protege. Pese a que el carácter del hotel no se definía, se hablaba entonces de «hostel o apartotel», dado que muchas de las habitaciones tenían cocina. La caracterización final del «alojamiento turístico» estaba posiblemente pendiente de las conversaciones que mantenía la propiedad con los distintos operadores interesados en el proyecto. Como finalmente el acuerdo se establece con Hilton la tipología será de hotel, en vez de hostel.
El paso de hostel a hotel exigirá la modificación del proyecto básico presentado en el Ayuntamiento
Fuentes de Urbanismo explican que con el proyecto básico, que establece cómo deberán ser las fachadas de todo el edificio, el Ayuntamiento otorgó licencia de derribo interior y de construcción hasta la planta baja (hay tres plantas de garaje robotizado).
Aún falta que la Sade presente el proyecto constructivo de las plantas altas. «Si el promotor modifica la distribución interna y quiere hacer un hotel al uso en vez de un hostel o apartotel, es algo que compete al promotor y no habrá problema en tramitarlo como un modificado. Lo que no podrán cambiar serán las condiciones de las fachadas», apuntan fuentes municipales de Urbanismo.
«Patrimonio emocional»
Dos grupos municipales de la oposición (PP y Elkarrekin Podemos) han presentado interpelaciones de urgencia al gobierno municipal donostiarra sobre la transformación del Bellas Artes en un hotel de lujo.
El portavoz del Partido Popular, Borja Corominas, ha registrado una iniciativa que pregunta «cuáles son los motivos por los que el Ayuntamiento ha permitido que el Bellas Artes se vaya a convertir en un nuevo hotel de lujo a pesar de asumir que hay una saturación hotelera en San Sebastián y, en particular, en el Centro».
El PP y Elkarrekin Podemos han presentado interpelaciones de urgencia en torno al proyecto
Los populares lamentan en la justificación de su iniciativa que un edificio que ha formado parte, según recalcan, del «patrimonio emocional» de los donostiarras no tenga un uso vinculado «a promover la cultura y el cine», cuando el gobierno municipal exige al Gobierno de España que «venda a la ciudad la Subdelegación del Gobierno de Pio XII para destinarla, este espacio sí, a un centro cultural municipal».
Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Podemos, Aitzole Araneta, pregunta en su interpelación si el gobierno municipal conocía la intención de la Sade de implantar un hotel de lujo en el Bellas Artes y una vez conocido por qué lo va a autorizar. En su iniciativa, Araneta concluye que «este es un episodio más en el que el patrimonio de la ciudad sirve para que unos inversores ganen mucho dinero sin que tenga ningún retorno para los donostiarras».
