Las obras del faro de la isla cogen vuelo
La grúa para el proyecto de Cristina Iglesias se alza ya en Santa Clara tras su traslado por piezas en helicóptero. El transporte por aire de la estructura de veinte metros y 38 toneladas desde el Paseo Nuevo concluyó en cuatro horas y media
Ni en la mejor de las previsiones se contemplaba que la operación de traslado y montaje de la grúa de 38 toneladas y veinte metros ... de altura desde el Paseo Nuevo hasta la isla de Santa Clara se desarrollara con tal rapidez. Sólo el piloto del helicóptero había aventurado ese plazo y lo que estaba previsto que durara entre cinco y siete horas, se despachó en apenas cuatro y media, y para las tres de la tarde el tránsito de peatones y vehículos se había restablecido en el Paseo Nuevo.
A diferencia de lo sucedido el miércoles, cuando fuertes mangas de agua hubieran hecho inviable el traslado, ayer amaneció despejado y durante toda la jornada lució un sol que, sin duda, facilitó el vuelo de la aeronave. De hecho, si el transporte de la grúa era un ensayo para el traslado a comienzos de la próxima primavera, también en helicóptero, de la pieza escultórica de Cristina Iglesias hasta la Casa del Faro de la isla, la conclusión es positiva.
El dispositivo diseñado por Construcciones Moyua arrancó minutos antes de las diez de la mañana, cuando el helicóptero de la empresa catalana Helitrans Pyrinees emprendió el primero de los 33 vuelos en los que se había establecido que se trasladaría en piezas la grúa a Santa Clara para las obras en la Casa del Faro que acogerá la escultura.
El aparato, que llegó al Paseo Nuevo sobre las 8.30, transportó desmontada y lo largo de toda la mañana una grúa de 38 toneladas de peso, veinte metros de altura y otros veinte de pluma, que servirá para acometer a partir del lunes la obra de acondicionamiento de la Casa del Faro de la isla. Entre la sorpresa de los viandantes y el enfado de alguno de ellos, el Paseo Nuevo permaneció cerrado al tránsito de vehículos y peatones tanto desde la plaza Jacques Cousteau por la zona del muelle como desde la escultura de Oteiza. Para las dos y media de la tarde la operación había concluido y media hora después el paseo estaba reabierto.
Fueron 33 vuelos con otras tantas piezas de entre 700 y 1.370 kilos de peso colgadas del helicóptero escogido en esta ocasión por la empresa catalana, propiedad del donostiarra Haritz Galagarraga y que ayer se encargó personalmente de pilotar la aeronave, que en ningún momento tocó tierra en Santa Clara. Tanto desde el Ayuntamiento donostiarra como desde la empresa Moyua -adjudicataria por algo más de 500.00 euros y con un plazo de tres meses- se recalcó que durante toda la obra se extremarán las medidas para minimizar el impacto medioambiental. La obra de Cristina Iglesias tampoco presentará afecciones exteriores en la propia Casa del Faro.
Bajo la dirección de obra de Rubén Hernández, de Moyua, fueron en total veinte los operarios de la empresa que tomaron parte en el traslado, mientras que otro grupo permanecía en la propia isla y levantaba la grúa a medida que iban llegando las piezas. Concluida la operación, la bahía ofrecía la insólita visión de una isla de Santa Clara rematada por una estructura de importantes dimensiones.
El Ayuntamiento y la empresa aseguran que la obra busca minimizar el impacto ambiental
Desde primera hora de la mañana, fueron numerosos los curiosos que se apostaron en lo alto de Urgull y en las inmediaciones del paseo para asistir a las maniobras de traslado, cuyos vuelos cubrieron los cerca de 500 metros de distancia hasta el faro en apenas un minuto entre ida y vuelta. El concejal donostiarra de Cultura, Jon Insausti, se mostró satisfecho por el inicio de la obra de civil tras la planificación artística de la escultura, cuya construcción se lleva a cabo en la empresa eirbartarra Alfa Arte.
Derribo de la cubierta
Tras la instalación de la grúa, el próximo lunes comenzará el vaciado de la Casa del Faro y el posterior horadado del suelo del edificio, en donde se instalará la vasija de bronce de Cristina Iglesias. El jefe de obra de Moyua, Rubén Hernández, mostró su «satisfacción» tanto por el transcurso del operativo como por la rapidez con la que se había llevado a cabo. En declaraciones a este periódico, indicó que «el lunes comenzaremos los trabajos, que se iniciarán con el derribo de la cubierta de la Casa del Faro y a partir de ahí iremos hacia abajo, con el forjado intermedio hasta el vaciado total».
Hernández señaló que aunque «en nuestras previsiones manejábamos entre cinco y siete horas de trabajos, al final se han cumplido las predicciones del piloto. Éramos nosotros los más precavidos, él ya nos había dicho que si todo iba bien se podía hacer en algo más de cuatro horas», dijo el jefe de la obra, antes de reconocer que «todo había ido perfecto en planificación, organización y efectividad». El concejal se mostró confiado en que se cumplan los plazos y la escultura, que también se trasladará a la isla desmontada y por piezas en helicóptero, comience a transportarse a comienzos de primavera. Su apertura al público está prevista para septiembre del próximo año.
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