Crítica musical: Joseba B. Lenoir Gang

En el pase de ayer se eliminó cualquier referencia al protagonista del filme y apenas hubo imágenes actuales para priorizar el material de archivo. El resultado fue una road movie polvorienta y eléctrica que ofreció imágenes de carreteras y paisajes maravillosos como los proyectados en 'Agurra II', pero también dio protagonismo al paisanaje de la antigua diáspora vasca. Mientras sonaba 'Azken bake dantza', por la pantalla desfilaron jugadores de cesta-punta que sortearon hábilmente los mantras sonoros de la banda. Su fórmula se basó en inicios cadenciosos, muchas veces de aire country-folk, que iban creciendo hasta reventar en un clímax explosivo como el de 'Apatxeren sukar ametsa', poblada de pastores y ovejas.

También hubo drones y partes ambientales como el inicio de 'Ba al gara?', que mostró imágenes de bailarines ensayando, y partes de rock progresivo. Algunas de estas estuvieron guiadas por el piano eléctrico que Baleztena alternó con su guitarra en 'Solitudea' mientras la pantalla descubría una bella imagen de una euskal jaia. Finalizaron el set instrumental con los dantzaris de 'Ezezagunerat' y, por aclamación popular, tocaron dos bises cantados al margen de la banda sonora: 'Izaki arrotz hortara' y 'Kantu odolustuen bluesa' dejaron con ganas de más a quienes desean el retorno definitivo de Joseba B. Lenoir Gang, una de las mejores bandas de rock en cientos de kilómetros a la redonda.