Oñatiko Ganbara Abesbatza participa en un certamen internacional en Letonia

El certamen comienza este viernes y se prolongará hasta el domingo con la gala de clausura. Tras el concierto de inauguración, el mañana será el día fuerte del concurso con la ejecución de «dos programas con un repertorio exigente de todas las épocas con obras de libre elección y una obligada», según explica su director.

En palabras de Aitor Biain, Oñatiko Ganbara Abesbatza llega a este certamen siguiendo una tónica que ha marcado su trayectoria. «En sus treinta años de existencia el coro ha competido en muchísimos concursos, tanto internacionales como nacionales. Es algo que ayuda a una agrupación a buscar la perfección musical trabajando un repertorio concreto. Este repertorio se elige con mucho cuidado con el objetivo de fortalecer y demostrar las valías del conjunto, para lo que trabajamos la memoria, el trabajo escénico y ofrecemos propuestas coreográficas».

El director ve muy positivo participar en concursos. «Más allá de la preparación que implica, este tipo de certámenes nos ofrecen la posibilidad de escuchar a otros coros, conocer nuevos países, sus culturas y abrir nuevas redes de contactos. No deja de ser un proyecto de fondo, intenso pero muy gratificante. El año pasado estuvimos en Gorizzia, donde obtuvimos dos terceros premios, y este año nos estrenamos en Jürmala».

Para poder estar en este certamen los coros deben pasar una fase de preselección. «La organización recoge todas las inscripciones y elige las diez mejores candidaturas según su curriculum, una grabación que se debe presentar y una propuesta musical para el concurso. Por eso, el mero hecho de ser seleccionado por la organización es un premiazo, un honor y una oportunidad de poder realizar un gran trabajo».

Más allá del resultado que obtengan en el certamen, Aitor Biain destaca la preparación que supone plantearse asistir al mismo. «En esta sociedad de la inmediatez, muchas veces olvidamos lo importante que es trabajar para intentar llegar a una cierta perfección musical. Y este tipo de actividades nos llevan a mejorar en todo tipo de detalles como la afinación, la articulación, las dinámicas o la interpretación, entre otros aspectos, y buscando siempre la excelencia. Gracias a los concursos el grupo se convierte en muy autoexigente y autocrítico, y este motor es fantástico para su crecimiento. Por otra parte, también subrayaría que un proyecto que implica viajar y concursar motiva mucho a los cantantes. Creo que Oñatiko Ganbara Abesbatza es un coro trabajador, competitivo y muy musical. Si unimos esas cualidades y añadimos que somos una gran familia de amigos, creo que esto nos hace un grupo con mucha fuerza y con ganas de mejorar cada día».

Por eso, para Aitor Biain no es tan importante volver a casa con algún galardón. «El premio no dejar de ser un reconocimiento al buen trabajo y todos lo queremos, pero el simple hecho de participar es un gran regalo y vivir la experiencia, otro. Y añadiría que, en mi opinión, el regalo más grande es parar al final del proceso, echar una mirada hacia atrás y valorar el recorrido que se ha realizado hasta el certamen, viendo todo lo que hemos mejorado y aprendido».

Oñatiko Ganbara Abesbatza fue creado en 1994 por iniciativa de doce jóvenes coralistas. Desde entonces, el coro ha ido creciendo hasta llegar a aglutinar en sus filas unas cuarenta voces. Su repertorio incluye todo tipo de obras, desde el siglo XVI hasta hoy, con un protagonismo especial de la música tradicional vasca. Ha participado en varios concursos, en los que ha obtenido numerosos premios. Aitor Biain Bidarte es su director desde 2009.