Director de La Ritirata
Josetxu Obregón: «Intentamos encontrar e interpretar piezas olvidadas»El grupo La Ritirata reúne hoy, bajo el título de 'Amor místico' composiciones españolas de los siglos XVII y XVIII, en el Ciclo de Música Antigua en San Telmo
El conjunto La Ritirata recala esta tarde en San Telmo para ofrecer dentro del Ciclo de Música Antigua de la Quincena un concierto titulado 'Amor ... místico'. La actriz Manuela Velasco se suma a un trío formado por la mezzosoprano Beatriz Olega, Alberto Martínez al clave u órgano y el violonchelista Josetxu Obregón.
– Hemos escuchado a La Ritirata en ediciones anteriores, también en el Ciclo de Música Antigua. ¿Qué recuerdo tiene de sus anteriores visitas?
– El claustro de San Telmo tiene una acústica preciosa y resulta muy especial tener al público distribuido a los dos lados del escenario. Nosotros siempre hemos tenido mucha suerte con la temperatura y tengo recuerdos magníficos de programas como el dedicado a Caldara o el ganador del Premio FestClásica, 'Festeggiando Mancini'.
– ¿Es la Quincena Musical una cita ineludible todos los veranos?
– Claramente es uno de los festivales más relevantes de la Península y he tenido la suerte de acudir no solo a San Telmo, sino anteriormente, cuando se realizaba en el Convento de Santa Teresa, así como al Ciclo de Órgano. Siempre es un placer acudir, está organizado de lujo, nos tratan muy bien y el público es fantástico. Hay muchísima afición musical en Donosti.
«Claramente es uno de los festivales más relevantes de la Península. Siempre es un placer acudir, está organizada de lujo»
– En esta ocasión presentan un programa titulado 'Amor Místico' con música española de los siglos XVII y XVIII. ¿Qué le ha llevado a montar este proyecto?
– Llevaba tiempo queriendo hacer un espectáculo que fusionara la música con la poesía y este proyecto surgió inicialmente de un encargo de la Fundación Juan March el año pasado, dentro de su ciclo 'Mil años de amor'. Fue una experiencia maravillosa, que se interpretó en dos ocasiones y se retransmitió en streaming. A partir de aquella primera vez, lo hemos ido depurando y hemos tenido ocasión de llevarlo Bilbao, Almagro y Almería y justo después de Donosti lo llevaremos a Jaca, al Festival Internacional en el Camino de Santiago.
– ¿Qué debe tener una música para que La Ritirata decida dedicarle un proyecto?
– Valoro muchas cosas. Por supuesto, lo primero es que sea música de alta calidad artística, bella, que es lo más básico. Pero aparte de esto, hay muchos factores a valorar. Tratamos de encontrar piezas olvidadas, lo que llamamos música de recuperación, obras que no están ni editadas y que a veces se escuchan por primera vez en concierto. Y en este caso también lo hacemos, siguiendo una temática concreta como es la trascendencia espiritual de la música, que invita a redescubrir valiosas páginas de nuestro repertorio barroco y de la poesía mística.
«Tratamos de que la música antigua suene lo más parecida a como sonaría en su época»
– Una vez escogidas las piezas, ¿cómo diseña el espectáculo?
– En este caso era especialmente importante la conexión entre textos y música. Comenzamos con un 'Stabat Mater' contemplativo que resulta muy estático, con un ostinato que va ganando cuerpo, y vamos recorriendo obras que a su vez van ganando en intensidad hasta llegar a la maravillosa pieza final de Antonio Caldara. Todo esto alternado por poesías que recita maravillosamente Manuela Velasco.
– ¿Cómo es la música de compositores como Sances o Hidalgo, que se podrá escuchar hoy?
– Estamos hablando del Seiccento italiano y español. Es música con un lenguaje propio muy reconocible y fue el inicio de un nuevo periodo artístico. Interpretamos siempre piezas sacras para voz acompañada de bajo continuo, que en este caso se ejecuta con clave, órgano y violoncello, pero a su vez con algunas piezas escogidas para cello obligado, es decir, que el violoncello tiene una línea solista aparte de la línea del continuo. También incluimos alguna pieza para violoncello solista.
– Usted liga la investigación historicista a la interpretación. ¿Cómo ha realizado la recopilación de estas obras?
– Algunas de ellas, como la de Sances o Caldara ya las conocía. En el caso de Hidalgo, hemos buscado una versión que existe con texto religioso de una obra suya profana bastante conocida. En otras hemos contado con la transcripción de Raúl Angulo y Toni Pons de Ars Hispana y, para las obras muy desconocidas de Juan Manuel de la Puente, hemos utilizado una edición de Miguel Ángel Marín.
«En algunas de las piezas, el violoncello y la mezzosoprano dialogan como si fueran dos cantantes»
– ¿Qué criterios sigue a la hora de interpretarlas?
– Tratamos de que suenen lo más parecidas a como sonarían en su época y que las voces, los instrumentos utilizados y su manera de interpretarlos se correspondan con las vivencias del compositor, de los intérpretes y del público en el tiempo de su composición y de su estreno.
– Si bien La Ritirata tiene un número variable de componentes en función del proyecto, esta vez son tres músicos: mezzosoprano –Beatriz Oleaga–, usted al violoncello y Alberto Martínez (clave u órgano). ¿Por qué interpretan este repertorio así?
– El repertorio de voz del XVII está muchas veces en un registro central que se encuentra entre la tesitura de mezzosoprano y soprano, lo que permite que se entienda mejor el texto y las piezas de este programa encajan especialmente bien en la de mezzosoprano. Además, exige la utilización de un bajo continuo del que clave y órgano eran los principales exponentes. En ocasiones el violoncello apoya melódicamente el continuo y en otras tiene una parte obligada, como mencionaba antes. Dado que el timbre oscuro del violoncello es muy similar a la voz de la mezzosoprano, el sonido encaja a la perfección. Hay una cierta sensación de que con el continuo estamos acompañando la voz, y a veces es así, pero en realidad es música de cámara: todos reaccionamos a lo que hacen los demás y de hecho, en algunas de las piezas el violoncello y la mezzosoprano dialogan como si fueran dos cantantes.
– Cuentan con la colaboración de la actriz Manuela Velasco, que recitará poesías de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, María de Zayas y Lope de Vega. ¿Qué aporta la incorporación de texto a este repertorio?
– El gran acierto de San Juan de la Cruz, Santa Teresa y de otros místicos fue comprender que el mejor lenguaje para expresar lo inefable es el de la poesía, hecho de ritmos y de imágenes, que se acoplan perfectamente a la música barroca.
– ¿Qué destacarían del espectáculo cara al público?
– Que es música preciosa y que las poesías son absolutamente excepcionales. Poder escuchar ambas entrelazadas en la disposición de este concierto y en una atmósfera tan mágica como San Telmo me aparece como una maravillosa experiencia, tanto para el público como para nosotros mismos.
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