Y el Jefe conoció también la Policlínica: quiere irse con su amigo Van Zandt

El Jefe tenía previsto abandonar hoy Donostia después de una semana, pero quizás espere hasta mañana porque su intención es 'llevarse' a Van Zandt si recibe el alta. Su siguiente concierto es mañana mismo en Gelsenkirchen, Alemania. Buena parte de los músicos y acompañantes ya partieron ayer. En su visita de este año Springsteen no se ha dejado ver tanto como otras veces: venía con ganas de descansar, la máxima privacidad y centrarse en los dos conciertos. Precisamente fue ayer cuando más se prodigó con los fans que seguían concentrados ante el hotel María Cristina. A mediodía pasó un buen rato, de estupendo humor, prestándose a 'selfis' y firmando discos, hasta que una nueva tormenta le obligó a guarecerse. Seguro que le recordó lo vivido la víspera en el épico concierto.

Porque quién iba a decirle a Springsteen que su nueva visita a San Sebastián iba a estar marcada por tantos imprevistos: las tormentas, por un lado, y una apendicitis para uno de sus 'manos derechas' en el escenario.

El propio Van Zandt fue quien aclaró los detalles de su ingreso con un mensaje lanzado la noche del lunes en el que revelaba la operación a la que fue sometido en la Policlínica donostiarra, donde se sigue recuperando. En su mensaje el guitarrista declaraba su intención de actuar al menos en uno de los dos conciertos de Milán que cierran la gira. También se mantuvo bajo un manto de discreción la visita de Springsteen y otros componentes de la E Street Band al centro sanitario para interesarse por su amigo y compañero desde los años 70, en el inicio de la E Street Band.

Ante la ausencia de imágenes de Springsteen por la ciudad se dispararon rumores entre sus fans. Que si había estado en el Okendo, que si había practicado surf en Zarautz (hipótesis que parece aventurada viéndole cómo está). Sí ha pasado largos ratos en el hotel, tomando el sol, observando desde su privilegiado balcón la desembocadura del Urumea y cuidando la forma en el gimnasio para aguantar sus sesiones de tres horas de concierto.

Sus músicos sí se han dejado ver con una variedad de salidas. El pianista Roy Bittan, por ejemplo, otro de los clásicos de la E Stree Band, se fue hasta Tolosa para comer en el Julián, y Anthony Almonte, percusionista y voz, dio buena cuenta de los pintxos del Bergara y del pescado de La Rampa, en el muelle. El propio Van Zandt estuvo en el Via Fora antes de su dolencia. Y Jon Landau, el manager que ha acompañado prácticamente toda la carrera del Boss, sí ha disfrutado, desde el Urola hasta el Antonio.

En Anoeta el Boss recibió el martes antes del concierto una visita especial: Zach Bryan, el músico folk-country al que algunos llaman el nuevo Springsteen. En el último disco de Bryan los dos cantan juntos un tema.

Zach Bryan, con casi cinco millones de seguidores, llenó su Instagram de 'stories' alucinando con el concierto y la lluvia. De aquí se va a Londres para actuar.