«Bruce Springsteen es una religión»
Una gran comunidad. ·
Si el rock es grande, el Boss es su profeta. Al menos así lo testimoniaban sus seguidores que esperaron durante horas para verle en AnoetaCerca de las cinco de la tarde la voz de Bruce Springsteen se escuchó en Anoeta. Entonces, en los alrededores del estadio se hizo un ... silencio casi sepulcral. «Suena muy bien», decían los allí congregados. Era solo una de las pruebas de sonido, pero ya reflejaba la veneración con la que se acercaban los primeros fans al concierto. Todavía faltaban al menos cuatro horas para que el de New Jersey saliera al escenario, pero el ambiente de camaradería y expectación imperaba por todo el anillo deportivo.
«Bruce Springsteen es como una religión, bueno sin el como», afirmaba rotundo José Antonio Rodríguez. Formaba parte de un grupo que llegó ayer mismo desde Madrid, aunque sus residencias están en Ciudad Real, Badajoz y la propia capital. Rodríguez estaba acompañado por Ana Jerez, Txus Otxoa, Jorge Soriano, Miguel Banegas y Helena Bolateo que narraba su peregrinaje: «He estado en Berlín y ahora me voy a Milán. Aquí, en Donosti vamos a darlo todo en la pista, cuanto más cerca de él mejor». Pertenecen a Stone Pony, un club no oficial que agrupa a los fans del músico y que, entre otras actividades, organiza los autobuses para ir a los conciertos. Así se han conocido y así han formado una comunidad.

Y como en las religiones, las creencias 'springstianas' también se transmiten de padres a hijos. Ese ha sido el caso de Cristina Vidal, que ayer, con poco más de diez años, se estrenaba en un concierto del Boss. «Compramos las entradas en cuanto salieron, pero no se lo hemos dicho hasta hace unos días. En cuanto le hemos comentado que veníamos no ha dudado un momento». Su orgulloso padre, José, estaba seguro de que la niña iba a aguantar las tres horas que como mínimo debía estar de pie «y si no, no le queda otra porque nosotros no nos vamos».
Padre e hija formaban parte de un grupo de una docena de amigos procedentes de Palencia. José se bautizó en 1998 «en el concierto de Zaragoza». Desde entonces ha ido a Gijón, Valladolid, Barcelona y Madrid en varias ocasiones. «Estamos desde el viernes y lamentablemente solo podemos ver el concierto de hoy. Nos volvemos mañana, que el lunes hay que trabajar».
La larga fila que se iba formando, principalmente en los accesos que daban a las pistas, tenía un aire uniformado porque eran los más los que se habían enfundado camisetas relacionadas con Springsteen y con la E. Street Band. A primera vista podían parecer todas iguales, pero la variedad era casi infinita. Desde aquellos que llevaban reliquias compradas en la gira 'Born in the USA 84-85' a otros que la acababan de adquirir en alguno de los puestos de merchandising instalados en los alrededores del estadio.

«Mejor sin los chicos»
Vestidas iguales, con vaqueros, unas de esas camisetas con la portada del disco 'Born in the USA' y viseras granates con la palabra Boss bordada. Así lucían María José Díaz y Regina Soto. Suegra y nuera. Para ambas, era la primera vez que acudían a un concierto de Springsteen y la mayor no paraba de decir lo emocionada que estaba porque «para mí es un ídolo».
Compraron las entradas en cuanto salieron: «Solo pudimos hacernos con dos, así que los chicos se han quedado en casa, y casi mejor», bromeaban. Su casa está «en el otro San Sebastián... el de los Reyes». Reservaron el hotel al mismo tiempo que adquirieron las entradas, «y por eso nos ha salido a un precio bastante adecuado, aunque no estamos en el centro, centro de Donostia. Estamos en Irun».

También son familia la pareja formada por Celine Loup y Roberto Burgos, con su hija Elsa e Ibai Zabaleta. Acababan de llegar desde Vitoria y esperaban sentados en la acera bajo un árbol a que abrieran las puertas para la pista 2. «Solo venimos a este concierto, estuvimos mucho tiempo en la web para poder comprar las entradas. Fue un regalo de Olentzero que nos hicimos».

Quim Valls y Neus Hurtado son catalanes, aunque estaban en representación de Peralejos de las Truchas, un pueblo de Guadalajara donde prácticamente todos sus habitantes son seguidores de Bruce Springsteen. Le han hecho hijo adoptivo de la localidad, además de tener desde hace más de una década un festival de bandas tributo del músico, y de pedir para él en repetidas ocasiones el premio Princesa de Asturias. Hace unos años, uno de sus vecinos fue a un concierto en Madrid con el cartel de «Greetings from Peralejos» y el cantante preguntó al público «What's Peralejos?». La imagen se hizo viral. Como no podía ser de otra manera, Valls y Hurtado también portaban su cartel.

Las sorianas Lucía y María Navarro ya escuchaban a Springsteen antes de nacer. Sus padres son unos seguidores incondicionales. Tenían previsto venir a Donostia con ellos, pero un percance de última hora impidió que los progenitores pudieran desplazarse, aunque ellas no lo dudaron y se sumaron a la expedición. No es la primera vez que viajan siguiendo al Boss, ya lo han visto 4 y 5 veces respectivamente. Estaban acompañadas, entre otras, por Miriam Montón y Almudena Aguado, que junto a otras ocho personas habían alquilado una casa en Igeldo.
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