Ainhoa Eguiguren: «La voz de Nat King Cole me tranquiliza, es un abrazo»

Aunque se ha convertido en una de las referentes europeas del blues, el disco de su vida, curiosamente, no es blues. «No es de lo que hago ahora, es jazz clásico, pero es el que recuerdo que descubrí de pequeña y tiene un significado especial para mí. Fue un flechazo». Con 'After Midnight' de Nat King Cole asegura que tuvo «obsesión» desde muy niña. Con apenas ocho años, entre las clases de solfeo, «me lo ponía mucho mi aita, que siempre ha sido un gran aficionado al blues y al jazz, y eso que no es músico ni toca ningún instrumento. Pero es muy melómano de estos géneros y la semilla la puso él».

El 'After Midnight' toca la fibra en tres puntos. Por un lado en el vínculo musical padre-hija que siempre han compartido; por otro, en el de la regresión a la banda sonora de la infancia; y por último, en el del origen de una pasión que hoy ejerce sobre los escenarios. «Recuerdo esas sesiones de escucha con él en las que me invitaba a distinguir las diferentes voces que iban sonando y yo jugaba a adivinar cuándo sonaba Ella Fitzgerald, Mahalia o Sarah Vaughan».

También cuando se fue a vivir fuera, pues la vía rápida para 'volver' al calor del hogar era a través de esas melodías góspel de Nat King Cole. «Tenía una voz que me tranquilizaba, por su calidez, y lo escuchaba muchísimo. Me fascinaba su manera de tocar el piano con esa delicadeza... Por eso creo que se me ha generado un vínculo tan fuerte con él».

Esa imagen tan amable y sonriente del pianista estadounidense fue lo primero que le aproximó al jazz. «Es como un abrazo. Parece que lo hace sumamente fácil por lo que es un disco que, aunque no conozcas el jazz, es imposible que no te guste. Para alguien que quiera iniciarse en este estilo, al escucharlo se enamoraría inmediatamente».

Casi tres cuartos de hora con la voz y el piano de la leyenda de Alabama y su trío, formado por Oscar Moore a la guitarra y Wesley Prince al bajo, que albergan joyas como 'Unforgettable' «que me chiflaba», 'Sometimes I'm Happy', «con un jazz sencillito que entra muy fácil», un standard «clasicazo» como 'Caravan'. Por supuesto también otros inmensamente versionados como '(Get Your Kicks On) Route 66' o 'Sweet Lorraine', que fue la canción que le abrió las puertas al gran público. «A veces King Cole es conocido solo por 'Cachito' y su disco de boleros, pero este álbum es indispensable», concluye Eguiguren.

Este mes de agosto los Hell Drinkers viajarán a Jaén antes de subirse a un avión que les llevará hasta Noruega. «Empezaremos a disfrutar ya de los frutos del premio del campeonato europeo», que no es ni más ni menos que una gira por Europa por casi una decena de festivales en Noruega, Suiza, República Checa, Alemania... «Un escaparate muy bueno», que se coronará con la presentación de su tercer trabajo discográfico en septiembre.