Lucía Lacarra funda una nueva compañía para potenciar el sector de la danza en Gipuzkoa

Reconoce que a sus 48 años ya ha bailado «todo el repertorio que existe en la danza» y que sus retos pasan ahora por crear. La fundación de Lucía Lacarra Ballet supone «un riesgo, una responsabilidad y una inversión», pero también «un regalo para seguir disfrutando de la danza desde el escenario. Mientras no me echen aquí estaré».

Una iniciativa que pretende responder a las necesidades de un gremio sobre el que la pandemia ha incidido especialmente y cuyo primer proyecto aportará un «granito de arena» a la cultura vasca: tras las audiciones del próximo 11 de junio en Madrid, el tándem Lacarra-Golding incorporará hasta ocho bailarines. «Quería que fueran de aquí, pero han sido todo negativas. Decían que aquí no había nivel suficiente, algo con lo que no estoy de acuerdo», subraya.

'Lost Letters' (cartas perdidas) será el primero de Lucía Lacarra Ballet, un trabajo multidisciplinar, junto a Ekain Albite, que saldrá por primera vez a escena el próximo 20 de octubre en el Arriaga de Bilbao, antes de desplazarse a Madrid y regresar luego a Donostia para su debut en noviembre de 2024 en el Kursaal. «Es otra historia de amor trágico, pero puro y verdadero», que se inspira en una exposición del Smithsonian de Washington, sobre cartas que nunca alcanzaron a sus destinatarios, así como en el libro 'Love Letters of the Great War'.

¿Qué ocurrió aquella noche en el pasado cuando todo iba bien? Esa es la premisa de la que parte 'In the Still of the Night', la producción que Lacarra y Golding representarán sobre el escenario del Kursaal el próximo 3 de junio (20 horas). Se trata de su «vuelta a casa» —tras el éxito de su anterior 'Fordlandia', al que da continuación— y que ya le ha valido el premio Max como mejor intérprete femenina de danza en 2022.

Un viaje nocturno cuya temática, como suele ser habitual en el ideario de la zumaiarra, habla de amor y de suspense en el que el pasado y el presente iluminan los escondites emocionales de sus protagonistas. «Nos transportamos al pasado para descubrir qué le ocurrió a esta pareja, que hoy parece distanciada y entre la que corre un aire de frialdad, pero que tuvo tiempos felices», explica.

Una producción en la que las audiovisuales han sido pieza fundamental y para cuyo rodaje consiguieron contar con un Ford Mustang de 1969. «Queríamos jugar y aprovechar la suerte de estar juntos. A ambos nos encanta el cine y Matt —autor por primera vez de toda la coreografía— suele comenzar a trabajar por la parte más visual». En este caso, y a diferencia de la cronología dramática que suele construir las propuestas dancísticas, la pareja artística se decantó por una narración más cinematográfica, «con saltos en el tiempo, efectos sorpresa y giros de guion».

Todas las imágenes son 'flashbacks', «por ello también quisimos utilizar música significativa de la década de los 60». No es casual que el espectáculo tome su título de la canción 'In the Still of the Night', escrita en 1956 por el grupo The Five Saints. A lo largo de los 60 minutos de duración de la obra se podrán escuchar clásicos como 'Be my Baby' de The Ronettes, 'Unchained Melody' de The Righteous Brothers, 'This magic moment' de Ben E. King & The Drifters, 'Non, je ne regrette rien' en la voz inconfundible de Édith Piaf. Canciones que se entremezclan con bandas sonoras clásicas del séptimo arte como 'Grease', 'Dirty Dancing' y 'Ghost'.

La pareja continuará actuando tanto con 'Fordlandia' como con este 'In the Still of the Night', que ya estrenaron en Dortmund en octubre de 2021 y que posteriormente subieron al escenario del Teatro Arriaga en Bilbao. Las entradas para su representación en el Kursaal del 3 de junio ya están a la venta a través de la taquilla del auditorio y en su propia página web por precios que oscilan entre los 11 y los 42 euros.