El siete
Jesús Ferro
Lunes, 3 de julio 2023, 08:36
Admirados temporada a temporada, sanedrín de las purezas del toreo, impertinentes con sus voces, reventadores….. Con calificativos de esta guisa se han definido a lo ... largo ya de muchos años esos espectadores que habitualmente ocupan el tendido siete de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Son objeto de iras o aplausos, dependiendo del sujeto aficionado que los juzga, pero en ningún caso su opinión es baladí. No cabe duda que constituyen parte muy importante de la personalidad de la plaza, hasta el punto de que alguno se atrevío a afirmar que si 'el siete' no existiera, habría que inventarlo.
Su aportación fundamental ha sido la defensa a carta cabal del toro de lidia; tanto en cuanto a su integridad, como a la exigencia del trapio necesario para ser lidiado en la primera plaza del mundo. Asimismo han velado con acierto en la mayoría de las ocasiones, y siguiendo una estricta lectura del reglamento, por el desarrollo de la suerte de varas y de la ejecución de las suertes, de acuerdo al concepto más clásico y tradicional del toreo. Todo esto es necesario, pero no es sufciente.
'El siete' también está en crisis y debieran hacer autocrítica. Hay dos aspectos en los que tienen un rejón de castigo bien clavado. El primero de ellos se refiere a su actual funcionamiento predirigido. Han perdido la espontaneidad de ese aficionado que se dejeba oir con sus voces, reivindicando su concepto individual de aficionado. Hoy lamentablemente es un grupo orientado, que actua a grito de consigna. No hay mas que ver las pancartas incisivas hacia Roca Rey en su ultima corrida en Las Ventas. Un juicio sentenciado antes del paseillo. El segundo se refiere a su falta de sensibilidad. Se preocupan más de la forma que del fondo; no huelen el concepto artístico; se limitan al 'cruzate', 'pico' y al habitual palmoteo de tango, pero son incapaces de echar para arriba y respetar una faena artística. Su obsesión es reventar a las figuras. Debieran reflexionar sobre el concepto del arte del toreo que expresaba el gran Antonio Bienvenida. «El arte en el toreo es aquello que queda después de haber realizado la suerte de acuerdo a los cánones».
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