«Para mí, de las 4 a las 7 de la mañana son las horas más útiles para escribir música»
El multipremiado jazzman de Missouri regresa al Jazzaldia con los jóvenes talentos de 'Side Eye', un proyecto que hoy (18:30) presenta en el Kursaal
En inglés, 'side eye' quiere decir algo así como mirar 'por el rabillo del ojo'. Un gesto que, sin razón aparente, se ha convertido en ... meme en las redes sociales con miles de vídeos virales protagonizados por miradas desaprobatorias. Pero no, no busquen a Pat Metheny en TikTok. El multipremiado guitarrista de Missouri lo ha hecho todo y todo lo ha hecho bien, por lo que ahora se puede permitir el lujo de embarcarse en un proyecto en el que es ojeador de los grandes talentos jóvenes del jazz. Perlas con las que luego comparte escenarios de todo el mundo, como el que hoy (18.30) pisarán en San Sebastián. El Kursaal recibe Pat Metheny y sus 'Side Eye', al maestro y sus discípulos.
– Con 19 años se convirtió en el profesor más joven del prestigioso Berklee College of Music de Boston. ¿Quién fue su principal valedor en aquel tiempo?
– Ya había estado ofreciendo clases durante un año en la University of Miami antes de eso. Fue Gary Burton quien me escuchó tocar en un festival de jazz en Wichita, Kansas, aquel año y me ofreció la oportunidad de enseñar en Berklee, y luego me uní a su banda.
– Ahora es usted el que ofrece un trampolín para las nuevas generaciones de jazzmen en este 'Side-Eye'. ¿Esto forma también parte de su legado?
– Empecé a tocar a los 14 años en Kansas City con músicos que obviamente eran mucho mayores que yo. Y a lo largo de los años he ido tocando con gente mayor, luego con músicos de más o menos de mi edad, más tarde de una generación más joven que yo, y ahora, a veces, dos generaciones más joven. Algo de lo que no se habla mucho es que es muy difícil ser músico al nivel del que estamos hablando, porque no hay muchos que puedan funcionar bien en ese escalón. Es raro que ocurra, y así sigue siendo el caso. Entonces, básicamente, cualquiera que pueda tocar a este nivel es bienvenido y esa es parte de la forma en que esta comunidad siempre ha operado: yo también fui el beneficiario de ese método y es natural que siga funcionando.
– ¿Quiénes componen 'Side-Eye'? ¿Quiénes son esos talentos prometedores a los que nunca pierde de vista?
– La versión actual que presentamos es la mejor hasta ahora. Con Joe Dyson en la batería y Chris Fishman al órgano, piano y teclas. Ambos son músicos que son realmente capaces de alcanzar ese estándar mínimo que siempre he tratado de buscar en la música durante todos estos años.
– Y a San Sebastián viene acompañado de ellos. Sin embargo el disco está grabado en directo con James Francies (teclados) y Marcus Gilmore (batería). ¿Cómo les descubrió?
– Me hice músico porque soy un fanático de la música. En particular, de la música que proviene de estar en cercanía con la comunidad de músicos que he tenido la suerte de acompañar todo este tiempo. Siempre presto mucha atención a lo que ocurre en la escena. Cuando oigo acerca de alguien que se supone que debe estar tocando bien, siempre hago el esfuerzo por ir a escucharlo. Y si parece ser un posible candidato para hacer algo, le invito a mi casa y tocamos. Por lo general, me suelo hacer una idea bastante rápido de quién podría ser bueno.
– En este disco hay dos composiciones nuevas pero también arreglos de algunos de sus clásicos como 'Better Days Ahead'. ¿Por qué decidió rescatar este repertorio?
– Tengo alrededor de 400 melodías en este momento. Hay alrededor de 40 de ellas a los que puedes machacar, noche tras noche, año tras año, en cualquier concierto y siempre pueden defenderse bien. Y curiosamente,son esas melodías las que muchos otros músicos parecen aprender a tocar también. No creo que uno pueda intentar que una melodía tenga ese tipo de robustez o calidad. Hay algunas que lo tienen y otras que no. 'Better Days Ahead' es de las primeras. Podrías tocarla las 24 horas del día y todavía encontrar cosas nuevas que hacer con ella.
– Y eso que acaba de publicar 'Dream Box' (BMG, 2023), un disco que nace de una serie de bocetos abandonados en una vieja carpeta. ¿Podrá escuchar algo de ello el Kursaal?
– No habrá nada de ese disco en este programa, ya que ahora presentamos la continuación de 'Side-Eye', versión dos. Joe, Chris y yo acabamos de terminar un disco con algunos invitados que saldrá el próximo año siguiendo este concepto pero en algunas direcciones muy diferentes y reconozco que es uno de los mejores discos de los que he formado parte. En cuanto a 'Dream Box', mi idea es hacer el año que viene una serie de conciertos en solitario, aunque no estoy seguro de si esa gira finalmente pasará por algún lugar de España. Espero que así sea.
– ¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza de sus visitas a San Sebastián?
– Me encanta estar allí. Es uno de los mejores festivales de Europa, en una de las ciudades más bonitas del mundo. Siempre me siento muy honrado de que me inviten a tocar a San Sebastián.
– ¿Siempre se ha sentido cómodo con la fama? Su nombre se hizo conocido desde muy joven y se ha criado musicalmente en la popularidad.
– Realmente no presto mucha atención a aquello que está alrededor de la música. Me siento afortunado de tener la oportunidad de tocar y soy consciente de que hay ciertas cosas que se necesitan hacer para seguir teniendo estas oportunidades –por ejemplo, hacer entrevistas como esta–, pero mi enfoque siempre ha sido trabajar para entender la música. Si no hubiera pasado nada de lo que comentas, estoy seguro de que aún así seguiría en una habitación en algún lugar tratando de entender las cosas de la música que me han fascinado desde que tengo memoria.
– De hecho, en su casa no tiene expuesto ninguno de sus 20 Grammys, ¿por qué?
– Siempre aprecio que a la gente le guste lo que hago, pero no siento que tenga mucho que ver conmigo concretamente. Me refiero a que se trata más de un reconocimiento a la música en sí, así que me sentiría raro teniendo premios a mí alrededor. Además, no quiero pensar demasiado en los premios, prefiero centrarme en la parte musical.
– Es una persona madrugadora, ¿le inspiran las primeras luces del día? ¿Cuál es el momento en que más le gusta escribir?
– Creo que hay algunas horas en el día que tienen una especie de resonancia para ciertas personas, y también creo que eso puede cambiar con el tiempo y según las circunstancias. Durante muchos años fui una persona nocturna, pero ahora esas tres horas que va desde las cuatro hasta las siete de la mañana me resultan las más útiles para escribir música.
– Por último. ¿También es de los que piensa que era mejor la música que se hacía antes?
– La mayor parte de la música que amo es del momento en que surge mientras siga trascendiendo a ese tiempo. Pero eso es algo que a menudo no se puede determinar hasta mucho después de hacerse. Creo que la naturaleza escurridiza de ese punto en el eje x/y no es más o menos accesible ahora que en cualquier otro momento de la historia. Siempre es raro y todavía lo es. Hacer música a un alto nivel que logre esa calidad siempre ha sido casi imposible.
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