Luis Piedrahita

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Luis Piedrahita
«La corrección es buena, aunque solo sea por coherencia semántica. Lo bueno es bueno, el problema es cuando unos deciden qué es lo bueno ... y se lo imponen a los demás. Entonces, ya no es tan bueno». Así presenta Luis Piedrahita su nuevo trabajo, que mañana estará en el Kursaal con una propuesta «de risa, de muchísima risa, pero debajo de la cual late una estructura que habla de la libertad y de los dos principales motores que nos mueven: el miedo y la esperanza. La gente pensará que vaya rollo de espectáculo de humor hago».
Pues de rollo poco porque este gallego humorista, mago y guionista, colaborador habitual de 'El hormiguero' y con larga experiencia en los escenarios, va a hacer reír con temas «de 'vital' importancia como la cantidad de leches diferentes que podemos escoger: la de soja, de avena, de arroz, de mármol, de langosta... Y piensas, ¡qué libre soy, que puedo elegir! Pero quizás la libertad no es eso» .
Como tampoco lo es «querer sentirse radical y genuinamente libre y pillar una autocaravana. Voy a coger a los niños, los juguetes de los niños, al perro, con los cacharros y los juguetes del perro, a mi pareja con sus miedos y con sus esperanzas; voy a meterlo todo en una infravivienda de PVC, voy a atarlo a mi coche y a disfrutar de la libertad. ¿Qué puede salir mal?».
«En realidad –continúa– este es un monólogo sobre las autocaravanas, sobre el café, los horóscopos, la superstición; sobre viajar en avión, sobre las cosas que están prohibidas y las que no lo están, pero en el fondo es una reflexión sobre la libertad, el miedo y sobre todo la esperanza». Por eso ha decidido por primera vez terminar el show con un número de magia porque «la magia tiene muchísimo que ver con la esperanza, que es creer que algo maravilloso va a pasar», sostiene. Para él la magia es emoción «y un chiste bueno debería serlo», afirma. «El humor bien hecho dispara dos balas, una que va al entendimiento, a la razón, y otra que va al corazón, que te llega por la ternura, porque habla de la vulnerabilidad de los seres humanos. El humor tiene ese puntito nihilista, con la capacidad de emocionar y de enternecer, Ese es para mí el humor interesante».
Está de acuerdo Piedrahita con que en el humor se debería tener más en cuenta, sin obviar que detrás de cada espectador hay una historia, «cada persona que viene al teatro por supuesto que llega con ganas de pasarlo bien, pero llega con una mochila de vida, con sus experiencias, sus referentes. Intento tenerlo en cuenta. No obligo a nadie a participar, pero lanzo una pregunta y el que quiera responde. Y entonces a veces surgen momentos maravillosos».
Dice que se lleva bien con el espejo y se sorprende de que muchos de sus compañeros humoristas no se lleven bien consigo mismos, «Yo sí lo hago, soy una rara avis. Me llevo mal conmigo cuando me gustaría ser mejor y no soy capaz de hacerlo. Esto es una cosa frustrante». Lo que le alegra es que entre sus colega se llevan muy bien. Leo Harlem, Goyo Jiménez, Gálder Varas, o Berto Romero y Daniel Rovira. «Jamás creo que ninguno de nosotros haya visto en el otro a un competidor. Yo compito contra mí mismo. Mi show tiene que ser mejor que el del año anterior y si no lo logro me cuesta».
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