Más espacio para el futuro centro Koldo Mitxelena
El centro iniciará su reforma en primavera y reabrirá a finales de 2022 con 600 metros cuadrados más de espacio público. Tendrá capacidad para dar servicio a un 60% más de usuarios al día
El futuro Koldo Mitxelena reabrirá a finales de 2022 con un 10% más de espacio a disposición del público. Así lo explicaron este martes ... el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso, en una comparecencia tras el consejo de gobierno en el que se aprobó sacar a concurso la obra de remodelación del centro por un total de nueve millones de euros. Tras la reforma, el Koldo Mitxelena aumentará en más de un 60% su capacidad de atención a los usuarios al pasar de los 1.500 que recibe actualmente a una cifra que se situará entre los 2.100 y los 2.500 diarios.
Olano e Itxaso, acompañados por la directora foral de Cultura, María José Telleria, estimaron que las obras se adjudicarán en unos tres meses, que el cierre del edificio se producirá a finales de abril y que un mes más tarde comenzarán su reforma. El objetivo es adaptar el Koldo Mitxelena a las exigencias de una biblioteca del siglo XXI, mediante la mejora de sus accesos y de su circulación interior, y la búsqueda de nuevos públicos, especialmente entre el sector infantil y juvenil. La conclusión de las obras que ahora salen a concurso está prevista para la primavera de 2022 y su reapertura al público, ya con todos los equipamientos instalados y a pleno funcionamiento, para finales de ese mismo año, según señalaron los responsables institucionales.
Tal y como ya adelantó este periódico el pasado día 5, una gran sala de lectura de 470 metros cuadrados orientada a la fachada principal de la calle Urdaneta será «la joya de la corona», señaló Itxaso, en un Koldo Mitxelena que gana para el espacio público los 780 metros que actualmente ocupan las oficinas de Cultura y que incorpora una cafetería a cota de calle. En cuanto a la sala de exposiciones, se mantiene con una superficie total de 915 metros cuadrados, pero se reordenan los espacios, lo que permitirá celebrar varias exposiciones de forma simultánea. En cuanto a la Ganbara, se facilitará su acceso, hoy en día un tanto intrincado, y se ampliarán sus prestaciones, actualmente restringidas a acoger exposiciones. Además, está previsto ampliar el calendario y el horario de apertura del centro.
Tras el cierre del edificio a finales de abril, la intención de los rectores del centro es que en el menor plazo posible de tiempo se sigan prestando a los usuarios la mayor parte de los actuales servicios. Así, el Komikigunea de la calle Reyes Católicos ofrecerá en préstamo 60.000 títulos y contará con una quincena de plazas para la lectura de prensa, mientras que los fondos de investigación y patrimonio estarán disponibles en el convento de Santa Teresa. El Archivo de Oñati completa este plan para paliar en la medida de lo posible las molestias que ocasionen en los usuarios el cierre del edificio por unas obras que, además de a la decisión de reformular el centro, obedece también a exigencias arquitectónicas y de mantenimiento.
«Construir el futuro de Gipuzkoa pasa por crear una ciudadanía culta, crítica, empoderada»
Markel Olano, Diputado general
«Los contratos con las empresas se mantienen, seguirán atendiendo al público durante la obra»
Denis Itxaso, Diputado foral de Cultura
De hecho, el diputado foral de Cultura recalcó en su comparecencia de este martes que todos los contratos con las empresas que prestan servicio a los usuarios se mantendrán a lo largo de la obra dado que tendrán que seguir ofreciendo su atención a los usuarios.
La reforma se llevará a cabo de acuerdo con el proyecto firmado por la UTE ganadora del concurso de ideas, formada por Astigarraga y Lasarte SLP/ Bab Arquitectos SLP. En total, el centro dispone de 7.424 metros cuadrados de superficie construida, de los cuales 6.310 son superficie útil.
Mejorar las circulaciones
Vertebrado desde el punto de vista arquitectónico en torno a la idea de mejorar la circulación vertical en el interior del edificio a través de una escalera única y dos ascensores de gran capacidad que permitirán al visitante moverse desde la planta -1 -sala de exposiciones- hasta la planta 3 -donde se sitúa la Ganbara-, el proyecto tiene en la gran sala de lectura de su primer piso uno de sus elementos protagonistas. Con 470 metros cuadrados, ocupará todas las salas que, con los fondos patrimoniales, en la actualidad dan a la fachada principal de la calle Urdaneta.
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En esa misma planta, un gran espacio dedicado a los fondos de literatura de ficción conectará los tres patios del edificio. Las colecciones especiales y patrimoniales pasan a la planta 2, en donde ocuparán un espacio más reducido que hasta ahora, en atención al número de usuarios habituales, comentó Denis Itxaso. Ahí también se ubicarán las cinco salas de cristal pensadas para el trabajo en grupo o salas silenciosas, con unas dimensiones de 90 metros cuadrados y con vistas a la gran sala de lectura. Además, la planta 2 acogerá la dirección del centro y los servicios técnicos que permanecerán en el edificio, de acuerdo con lo previsto en la reforma.
Finalmente, la obra mejora y facilita el acceso a la Ganbara, en donde se seguirán celebrando exposiciones, pero no sólo: también se abrirá a otro tipo de actos. El acceso se realizará a través de un pasillo, a cuyos laterales queda la cubierta del Koldo Mitxelena. Denis Itxaso explicó que se baraja la posibilidad de que estos espacios se abran al público en puntuales ocasiones.
Un «referente» cultural
Durante su intervención de este martes, el diputado general de Gipuzkoa destacó «la exitosa» trayectoria del KM durante estos 25 años y recordó su papel «referente» en el fomento de la cultura y la lectura, «también en el campo de las letras en euskera», al tiempo que señaló que «con esta renovación, en un momento en el que la digitalización influye cada vez más en nuestro ocio y en nuestros hábitos culturales, en el que resulta más necesario que nunca fomentar la lectura, el Koldo Mitxelena se convertirá en una biblioteca del siglo XXI».
Olano hizo especial hincapié en un «proyecto estratégico» del programa foral Etorkizuna Eraikiz con el que se busca incentivar la lectura para generar «una ciudadanía culta, crítica y empoderada. Reforzando y mejorando este servicio cultural clave para Gipuzkoa estamos apostando por una sociedad más abierta, cohesionada, con igualdad de oportunidades», concluyó.
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