«Es falsa la idea de que los youtuber hablamos a una cámara sin ton ni son»
Alba CeColl | Divulgadora de arte en YouTube ·
Barcelonesa afincada en Alemania, publica en internet vídeos sobre arte y artistasHija de los 90, Alba CeColl es de Barcelona, estudió historia del arte y se dedica a la divulgación de arte mediante YouTube. ... Esta pasión le viene de familia; tanto su padre como su madre estudiaron artes y toda la vida ha estado en contacto con museos, libros, música... Y aunque sus padres se centraron en su vertiente práctica, a ella siempre le ha interesado más comprender y estudiar aquello que hicieron otros antes que ella. Le gusta la historia, y en especial las humanidades, tanto la historia del arte como la filosofía, la literatura, el estudio de lenguas extranjeras…
–¿Cómo llega una historiadora del arte a youtuber?
–Antes de elegir qué quería estudiar en la universidad, dudé entre muchas disciplinas. Especialmente entre el periodismo o varias ramas de las humanidades. Y siempre me ha gustado comunicar. Desde pequeña he escrito sobre mis inquietudes y me apasiona explicar a los demás lo que considero fascinante. Si no estudié periodismo fue porque a los 18 años creía que me faltaban conocimientos a transmitir. Así que preferí aprender primero la teoría y después encaminarme hacia la comunicación de algún modo. Acabada la carrera, estuve unos años desconectada del mundo del arte y me mudé a Alemania, donde abrí un blog llamado 'Düsseldorf lleva Umlaut'. Al mismo tiempo que escribía sobre migración, fui formándome en marketing online y creación de contenido en internet. Finalmente encontré la manera de unir estas dos pasiones de forma autónoma mediante la creación de contenido en YouTube.
–¿Son las redes sociales una buena herramienta para acercar el arte a la sociedad?
–Totalmente. Y no solo para acercar el arte a la sociedad, es una herramienta educativa en todos los ámbitos y para todas las personas. Gracias a la divulgación en internet he empezado a interesarme por temas que cuando estudiaba no me atraían lo más mínimo; como la física, la neurología, la teoría musical, la biología… Disciplinas alejadas de 'lo mío'. Y mi intención como divulgadora es acercar el conocimiento de mi ámbito a personas que jamás hubieran pensado que se interesarían por el arte.
–Resulta alentador que una youtuber hable de cultura y no solo de moda, maquillaje o belleza…
–Hay una gran cantidad de divulgadores de disciplinas muy variadas que hacen un trabajo espléndido y muy riguroso. Desgraciadamente, todavía está muy estigmatizado el concepto de 'youtuber' y se tiende a pensar que somos personas sin formación que nos dedicamos a decir cosas delante de una cámara sin ton ni son. Sin embargo, no es así. En todas las temáticas el trabajo de youtuber es complejo y detrás de la cámara hay un profesional que hace guiones, diseña escenas con cámara e iluminación, habla de forma comprensible para todo el mundo, hace marketing para que su trabajo llegue a la gente… Es decir, que seamos del ámbito que seamos, hacemos las tareas de un equipo entero, generalmente de forma rigurosa. Y del mismo modo que en una parrilla televisiva hay distintos formatos, en las redes sociales también existen contenidos que sirven para propósitos distintos.
–¿Es complicado realizar vídeos de arte de carácter divulgativo?
–Sí. Yo me tomo la preparación de cada vídeo como cuando hacía trabajos para la universidad. Primero pienso la idea, después busco la bibliografía y la consulto, después hago el guión, grabo el vídeo, lo edito y finalmente lo subo a la plataforma y lo difundo. Estas tareas me ocupan alrededor de unas 15 horas, para un vídeo de entre 10 y 15 minutos, dependiendo de la cantidad de bibliografía que haya tenido que buscar.
–Nacida en Barcelona, ha vivido en Japón y ahora en Alemania. ¿Es diferente el interés que suscita el arte en estos países?
–No he notado demasiada diferencia. Es decir, la gente que está interesada en el arte y en el mundillo va a museos y generalmente se interesa por la cultura, pero la gente que está alejada está desconectada. Y por lo que he podido conocer, no hay mucha diferencia entre estos tres países. De Japón es interesante destacar que la idea de arte varía ligeramente de la europea, ya que el concepto 'bellas artes' es una importación occidental. En Japón se consideran arte expresiones culturales como la ceremonia del té, la decoración floral (ikebana) y la caligrafía. También la ilustración, el cómic y la animación tienen un estatus más elevado del que percibo aquí en Europa.
«Nuestro trabajo todavía está estigmatizado, pero, en general, somos gente muy formada»
–El mundo artístico ha estado casi prohibido para la mujer. ¿Ha cambiado esta situación en las últimas décadas?
–La historia del arte nació como disciplina durante la Ilustración y su relato se construyó como reflejo del grupo de hombres blancos y burgueses que la escribieron, tomándose a ellos mismos como norma. Pero parte de la historiografía del arte actual considera que este relato está obsoleto. Desde los años 80 del siglo pasado existen muchos y muchas profesionales están estudiando la manera de integrar las expresiones artísticas marginadas dentro del relato general. Sin embargo, es algo muy difícil de lograr, porque significa cambiar cómo se cuenta la historia del arte en los libros, colegios y universidades.
–Sus vídeos reflejan la producción artística europea, ¿piensa ampliar este horizonte?
–Precisamente porque la historia del arte se ha constituido de una forma tan estrechamente europeocentrista, es muy complejo como profesional comprender las expresiones artísticas que están más allá del ámbito estudiado de forma académica. Pero justo por esto, creo que es necesario ampliar este horizonte. Es decir, tengo mucho interés y la intención de aprender sobre otras tradiciones artísticas y comunicarlas a mis seguidores.
–Junto a su pareja también crea contenido para otro canal sobre su vida en Alemania. ¿Es más fácil hablar de lo personal que de algo tan amplio como el arte?
–Creo que son dos contenidos distintos y los trato desde perspectivas distintas. Por una parte, todo el trabajo de investigación que requiere un canal de divulgación se reduce en un canal más personal. Sin embargo, este trabajo se sustituye por la elección de anécdotas, vídeos ante los que reaccionar, consejos que dar, etc. Al final, sea cual sea el contenido que se publica, requiere de una narrativa y una preparación para que sea fresco e interesante. El foco cambia de bando y se le dedica más tiempo a uno u otro aspecto. Me gusta mantener dos canales porque me permite estar activa y descubrir nuevas formas de comunicar.
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