Crítica de 'Puntos suspensivos': Usted puede ser el asesino
Tiene 'Puntos suspensivos' un arranque que deja atado al público a su butaca. En un apartado chalet de lujo escribe en soledad Leo (Diego Peretti). ... Nadie sabe que él es quien se esconde bajo la identidad de Cameron Graves, la muy exitosa autora de novelas de misterio. Sólo su agente y ex esposa conoce su secreto, pero un tipo enigmático, Jota (José Coronado), toca insistentemente el timbre y le amenaza con desvelar su identidad si no le concede media hora de charla. Empieza un diálogo de esgrima verbal alrededor de las verdades, las mentiras y el crimen perfecto... que no se sabe cómo terminará.
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Dirección: David Marqués.
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Guion: David Marqués y Rafael Calatayud Cano.
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Fotografía: Santiago Racaj.
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Música: Óscar López Plaza.
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Intérpretes: Diego Peretti, José Coronado, Cecilia Suárez.
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Cine: Antiguo Berri, Garbera, Urbil, Niessen, Mendibil.
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Duración: 89 minutos
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España. 2024.
Termina con un giro sorprendente, claro, uno de los varios que jalonan este entretenimiento alegremente negro que agradará a los amantes de las tramas intrigantes en las que nada es lo que parece y una sorpresa aguarda en cada rincón.
David Marqués, coguionista de 'Campeones' y director de películas comerciales poco memorables, tipo 'En fuera de juego', apuesta fuerte con este juego, que hace varios zigzags: tras la escena inicial, el espectador descubrirá que los personajes de Leo y Jota no son lo que parecían. Mejor no entramos en detalles argumentales sobre este enredo alrededor de la literatura de misterio y crímenes reales.
Cierto es que algunas de las sorpresas de 'Puntos suspensivos' no son demasiado originales y el espectador resabiado puede adivinar el desenlace. También podríamos criticar unos diálogos demasiado teatrales, un desorden temporal que no siempre aporta y que, precisamente en una película como esta, las formas de matar mostradas sean tan poco imaginativas. Pero nos da igual, cuando el juego malicioso de Peretti y Coronado funciona como un tiro y consigue que la hora y media se pase en un suspiro.
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