Diego San José relanza a Juan Carrasco, el patético político empujado por el rencor
'Vamos Juan', la segunda temporada de la serie 'Vota Juan', se estrena mañana con sus siete capítulos en el canal TNT
Vuelve el hombre, Juan Carrasco, el más entusiasta político, el más rastrero con tal de acariciar un triunfo que, al final de la ... primera temporada se convirtió en rotundo fracaso y desembocó en su vuelta a Logroño. Después de haber llegado a la cúpula del Gobierno, el protagonista de 'Vota Juan' renace de sus miserias y trata de fundar un nuevo partido.
'Vamos Juan', la segunda temporada de la serie ideada por el irundarra Diego San José, se estrena mañana como estaba previsto, pero con un cambio de estrategia en consonancia con la cuarentena del coronavirus: en lugar de estrenar dos episodios cada semana como 'Vota Juan', mañana se emitirán en maratón los siete nuevos capítulos en el canal TNT, que produce la serie. Y a partir del lunes estarán disponibles en vídeo en demanda en las diferentes plataformas que alojan el canal. «Me parece guay que se estrene ahora, puede ser oportuna o útil, en el sentido de que estamos todos en casa y el entretenimiento que nos llega por las pantallas es casi nuestro único agarradero para no volvernos locos», explica Diego San José desde el confinamiento de su casa en Madrid. «Y cada uno va a poder elegir cómo la quiere ver».
Ya se comprobó en 'Vota Juan' que las andanzas del patoso y patético Juan Carrasco no consisten en un cúmulo de chistes: «Una de las razones para hacer una segunda temporada era liberarnos de la carga que suelen tener las comedias de perseguir continuamente el gag, que todo lo que cuentes tenga que sumar risas. Queríamos que 'Vamos Juan' fuese una comedia a su pesar».
Un traje más complicado
En realidad el espectador puede sentir la angustia del thriller ante el osado Juan Carrasco que trata de seducir a los más poderosos para financiar su nuevo partido y vuelve a intentar la carrera política. Una de las claves, según Diego San José, 'showrunner' o productor ejecutivo de la serie, es Javier Cámara, que acaba de trabajar con el director italiano Paolo Sorrentino en 'El gran Papa': «Es un lujo tenerlo. El mismo actor que te da una eficacia cómica brutal es capaz de hacer un drama alucinante», asegura Diego. «En 'Vamos Juan' queríamos hacerle un traje más complicado que en la primera», añade el creador de la serie.
«Es un lujo tener a Javier Cámara, a la vez que te da una eficacia cómica brutal es capaz de hacerte un drama alucinante»
«El tercer episodio, con Jesús Vidal, es una 'berlangada', fue muy divertido de rodar», asegura Borja Cobeaga
Los tres primeros episodios están dirigidos por Borja Cobeaga, quien durante la producción de la primera temporada estaba embarcado en otra serie, 'Justo antes de Cristo'. Pero tenía que volver a juntarse con Diego: «He descubierto que dirigir material ajeno en series me encanta», asegura el director y guionista donostiarra desde su propia casa en Madrid. «Trabajar con Javier Cámara me parecía lo más, es un actor dotado para todos los géneros, sensible, inteligente, lo tiene todo. Y al ser la segunda temporada, llegas a mesa puesta». Está de acuerdo en que 'Vamos Juan' es una comedia atípica: «Se trataba de plasmar el patetismo de los personajes».
En el segundo episodio se roza el terror con la reaparición del personaje de Joaquín Climent, en una escena en la que son igualmente protagonistas unas lentejas. Se evidencia un tono distinto al de la primera temporada: «'Vota Juan' era más como las series políticas americanas, con cámara al hombro y un aspecto más documental. 'Vamos Juan' es con trípode, planos amplios, ya no hay un ministerio como centro de la trama, y transcurre en muchas localizaciones», explica Cobeaga.
Una cena de Juan Carrasco con los empresarios del Ibex 35 evoca 'Uno de los nuestros', «es que había unos figurantes maravillosos, que parecían elegidos por Scorsese», afirma Cobeaga. En los coqueteos del protagonista con el Opus Dei se produce una escena de caza. «El tercer episodio es una 'berlangada', fue muy divertido de rodar».
Cobeaga admite que «para un director se hace un poco raro en las series tener que mirar atrás al 'showrunner' a ver si aprueba la toma. Pero si quien está ahí es Diego, no me puedo sentir incómodo en ningún momento. Esta vez lo he tenido de jefe. Pero no ha habido luchas fraticidas».
Vileza moral
Juan Carrasco se caracteriza porque «ejecuta siempre las primeras opciones que normalmente las personas civilizadas no llevamos a cabo. Las tripas te piden a veces cosas que luego la cabeza te impide, porque dices 'no, por ahí no puedo pasar'. Pero él tiene la vileza moral de fingir ante el Opus ser creyente para sacarle dinero, de mentir a los del Ibex 35 y decirles lo que quieren escuchar o de seducir a una víctima del terrorismo para utilizar sus votos y rentabilizarlos en el éxito electoral».
En esta temporada cobra más protagonismo la hija borde interpretada por la youtuber Esty Quesada, más conocida en las redes como Soy Una Pringada. «En la primera temporada no estaba claro si Esty podía ser actriz o no, pero precisamente por no tener la formación clásica muestra una energía como muy extraña. Y ahora ha dado un salto enorme», explica San José. «Yo estoy enamorado de ella», confiesa Cobeaga. «Es una chica muy tímida y cuando terminó de rodar le felicité y le dije 'has estado sembrada'. Y ella me contestó 'ritmo, ritmo, esa es la clave'. Así es, tiene una cadencia que clava la frase».
Jesús Vidal, el actor ganador del Goya por 'Campeones', es otro de los «caprichos personales» que se ha permitido San José: «Escribimos para él el papel del supuesto enchufado que termina siendo mucho más avispado e inteligente que el resto del equipo. Si Vidal no hubiera podido hacerlo habríamos cambiado el personaje. Y lo mismo con Alberto San Juan y Ana Castillo, es gente a la que admiro».
El último episodio lo dirige el propio Javier Cámara. «Es mi favorito», confiesa Cobeaga, «es como una isla dentro de la serie y tiene mucho encanto. En los otros episodios ves a Juan Carrasco como un patán, en este puedes llegar a entenderle e incluso a cogerle cariño».
A pesar de lo disparatado de las situaciones, el trasfondo político no está tan alejado de la realidad. Uno se queda pensativo cuando Juan Carrasco suelta: «Las ideologías solo sirven para perder votos». Eso responde a que Diego San José cree que «muchas veces los partidos políticos esconden su ideología y te dicen aquello que va en contra de lo que piensan porque saben que eso va a romper tu prejuicio y te va a dejar desorientado, para arramplar votos del otro lado. Una ideología clara te cierra la puerta a prácticamente la mitad de España». En el fondo todo en 'Vamos Juan' gira alrededor del rencor, que «es un combustible mucho más potente que el amor. Las ilusiones en la vida se agotan, y uno se cansa, pero el rencor hace mover con una fuerza descomunal objetivos imposibles». Y en esas está Juan Carrasco.
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