Cine

Crítica de 'Horror park': Petra llevó esa máscara

De acuerdo, de original e imaginativa tiene más bien poco. Una vez más es Halloween. En un parque de atracciones cerrado. Una vez más, el Halloween anterior pasó algo en una fiesta de disfraces. Demasiado LSD en la bebida de la amiguita pazguata que acabaría desangrada en el bosque. Una vez más, alguien clama y reclama venganza. Una vez más, hay tirantez en el grupo que hace 365 días cometió un error. O un crimen. Una vez más, yo que tú no me montaría en la montaña rusa. Pero, una vez más, tú no me vas a hacer caso y te montarás. Una vez más yo que tú no me fiaría de los muñecajos del Tren de la bruja Una vez más, todo lo demás, incluidos un carro bien grande de incongruencias y un par de polizontes comiendo tacos y creyendo que la llamada de auxilio era una broma típica de la Noche de los Muertos. Una vez más, vivos lo que se dice vivos pero maltrechos/as física y psíquicamente para los restos, vais a quedar, como mucho, dos.

Dicho lo dicho, queda claro que original e imaginativa no es. De hecho, conocemos asesinos mucho más 'artísticos' en su estilo de sacarte las tripas. Pero escrito lo escrito, tampoco es infame. Para nada. Ni está hecha al desgaire. Ni por una panda a la que lo mismo le da (aunque a ratos parezca que sí) cuándo y cómo muere cada quien. No, es una más de horror para disfrute vandálico de aquellos a quienes nos gusta chapotear en sangre de mentiras. Y es una producción sueca,algo raro en el espanto. Puede que Bergman aúlle en su tumba. No nos importa.