Cadena de exploradores

El nuevo documental del autor de 'Aguirre, la cólera de Dios' y 'Fitzcarraldo' se titula 'Nomad: in the Footsteps of Bruce Chatwin'. Se proyectó en la sección oficial del pasado festival de Gijón y estos días se puede ver en el D'A Film Festival que tiene lugar a través de la plataforma Filmin. La edición termina mañana domingo, así que hay que darse prisa para asistir a otro rato de viaje y exploración, en múltiples sentidos, en intimidad con Werner Herzog.

Sus características son reconocibles de inmediato: esa voz cadenciosa que te prepara para la observación y la interrogación alrededor de misterios y descubrimientos, esa forma de pronunciar el inglés pausada y clara, para plantearte sus intrigas mientras te asombra con la fuerza de sus imágenes, aunque resultan sencillas en esta ocasión, incluso cuando son producto de plantar la cámara ante un paisaje.

El filme no es una biografía al uso de Chatwin, quién iba a esperar eso de Herzog, sino una red de senderos que acaban conformando mejor que cualquier otra cosa un mapa de la personalidad y la obra del escritor, que de distintas maneras se cruzó con la del cineasta. A veces, según cuenta Herzog, porque a menudo ambos estuvieron en los mismos lugares aunque fuera en tiempos distintos y por motivos diferentes. Como los restos de ese barco naufragado en la Patagonia que Herzog nos muestra en el mismo lugar donde lo fotografió Chatwin décadas atrás.

'En la Patagonia', uno de los libros más emblemáticos de Chatwin, contiene la historia de la piel de brontosaurio que tenía su abuela y que le enseñaba de niño, y que en realidad se trataba de un milodonte. Restos de un pasado enigmático, en cualquier caso, en el que Herzog investiga a través del aventurero que encontró esos restos de una especie extinguida, estableciendo así una cadena de exploradores, incluido él mismo. Así, con un estilo que recuerda a veces al de otro de sus documentales más fascinantes, 'La cueva de los sueños olvidados', construye su rememoración in situ de la figura que fue Bruce Chatwin, que murió de sida a los 48 años.

Chatwin también admiraba la obra de Herzog, quien en 'Cobra Verde' adaptó su novela 'El Virrey de Ouidah'. La emblemática mochila de Chatwin que ahora conserva Herzog forma también parte, de forma tan azarosa como simbólica, de su cine, como el propio director se encarga de relatar y mostrar. En alguno de los capítulos, como el dedicado a los aborígenes de Australia y sus complejas teorías sobre la relación entre las canciones y el paisaje, el filme se hace algo farragoso, pero en su mayor parte es un estimulante reflejo del mundo de ambos creadores, que es como aludir al universo entero.