«El centenario de mi padre debe servir para recuperar su casa taller de Irun»

– ¿Al tratarse de su padre, ha resultado duro organizar los actos del centenario?

– Duro en el sentido de que es trabajo y tienes que estar con muchos agentes culturales, museos, políticos y similares, pero siempre he estado vinculado a la programación de actividades culturales. Sobre todo ha sido una inmersión sentimental. A finales de 2022, el Gobierno Vasco se puso en contacto con la familia para decirnos que se acercaba el centenario y quería apoyar los eventos que se organizaran en torno a él. Empezamos a trabajar y a mí, como coordinador, me ha tocado estar con mucha gente. Hablo de inmersión sentimental porque todos a los que nos hemos acercado han mostrado una disposición increíble, una disponibilidad muy bonita. Todos me han dicho: «Oye Gorka, por tu padre por supuesto que hacemos algo». Ha resultado muy 'hunkigarria' (conmovedor).

– Su padre se acercó a prácticamente todas las disciplinas artísticas. ¿El propósito ha sido mostrar un artista poliédrico?

– El planteamiento ha sido atender a tres facetas que de alguna forma le daban personalidad como artista. Una era su multidisciplinidad; otra era su cercanía con la gente, con el pueblo, y la última su sentimiento por su territorio. Se ha vertebrado algo muy complejo. Está todo lo que él entendía como Euskal Herria: desde Baiona, Donostia, Pamplona, Bilbao, Vitoria. También pueblos que tenían que estar como Bermeo, donde nació; Irun, donde desarrolló una parte importante de su carrera en los años 50 y 60 con la casa taller que compartió con su amigo Jorge Oteiza, y por supuesto Hondarribia. Se sentía muy hondarribitarra. Allí hemos vivido muchísimos años y aita murió allí. También va a haber actividades en Argentina, en Reno... Todavía hay cosas que están sin definir del todo. Además estoy seguro de que irá creciendo. Todo va a ser muy dinámico, como era él. No pretendía exponer por exponer, sino enriquecer las propuestas.

– ¿Se va a intentar atraer al público más joven, que quizás no conozca el papel que jugó Basterretxea en el arte en la segunda mitad del siglo XX?

– En ese sentido creo que va a sorprender porque la programación atiende a facetas muy distintas y menos conocidas como el diseño industrial en Bilbao, la de Irun le va a mostrar su relación con la ciudad, en Durango se centrarán en el diseño gráfico...

– La primera exposición enmarcada en el centenario que se podrá ver en Gipuzkoa tendrá lugar en la Sala Menchu Gal de Irun. ¿Cuál será su contenido?

– Sí. Se inaugurará en abril y se mantendrá hasta julio. La está comisariando Fernando Golvano y lleva por título 'Basterretxea en Irun (1957-1975)'. Vincula al artista con el tiempo vital en el que vivió allí. Fueron dos décadas muy prolíficas con la fundación de la empresa de diseño Biok, trabajaba con cerámicas Bidasoa, colaboraba con el cineclub... Además vivía con Oteiza en la casa taller. Era una época dura y ellos fueron unos transgresores. En Irun hay mucha presencia de aita. En la exposición quieren vincular esos momentos.

– La anterior corporación irundarra comenzó a plantearse recuperar ese edificio con un posible uso cultural. ¿La familia considera que el centenario del nacimiento de Nestor Basterretxea sería una buena oportunidad para impulsar el proyecto?

– Sin duda. Con el Ayuntamiento de Irun ya comentamos que sería el momento adecuado para retomar lo que fue la casa taller y darle un sentido, un contenido. Está como está, muy deteriorada. Está en una zona muy bonita al lado de la frontera por donde pasa mucha gente y eso hay que acondicionarlo sí o sí. Nos gustaría que se recuperara ese espíritu de casa taller. Lo más bonito sería un centro dinámico, donde la obra de nuestro padre se vinculara con talleres de fotografía, de gráfica... Es el momento adecuado para retomar el tema porque este año a aita se le va a conocer mucho mejor, desde aspectos muy distintos.

– San Telmo también tiene prevista una exposición importante en noviembre. ¿Sobre qué va a pivotar?

– El eje central van a ser las obras de Basterretxea que el museo tiene en su colección y hacer un trabajo de introspección sobre lo que fue el grupo Gaur.

– El cine fue una de esas disciplinas artísticas que desarrolló su padre y para cubrir esa faceta se han sumado la Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zinema Eskola y Tabakalera.

– Efectivamente se han aliado. En 'Zine: cuadernos de investigación cinematográfica' se va a hacer un monográfico sobre su obra fílmica y entre verano y otoño habrá un ciclo con sus películas. Todo lo audiovisual le gustaba mucho. Antes de la pandemia en Tabakalera hubo una exposición que resultaba muy potente sobre su fotografía experimental. Tuvo un recorrido corto porque apareció el Covid.

– Otro museo que dedicará su propia mirada a la figura de Nestor Basterretxea es el de la Máquina Herramienta de Elgoibar.

– La idea de participar partió de su director, Rafael Zulaika. Enseguida se nos ocurrió que el protagonismo lo tuviera el documental 'Operación H' (1963). Fue un anuncio que le encargó el empresario Juan Huarte. Lo que hizo. desde unos conceptos experimentales y modernos como era él, fue un cortometraje sobre la producción de tornillos, de trócolas..., con un resultado plástico muy innovador. Está directamente vinculado al espíritu de ese museo. Se proyectará el documental y se harán talleres donde se reflexionará sobre la herramienta. Vuelvo a lo mismo, será algo dinámico.

– En Museum Cemento Rezola lógicamente se analizará su trabajo con ese material.

– Hay una obra monumental suya donde el hormigón tiene una presencia especial, la presa de Arriaran en Beasain. La exposición casi va a ser un monográfico sobre ella.

– Respecto a Gipuzkoa nos queda hablar de la programación en Hondarribia, municipio donde vivió muchos años.

– No podía faltar. Se van a organizar unas jornadas sobre su figura. Se proyectarán películas, participará gente del mundo de la cultura... Todavía está por definir un poco más.